Desde que apareció en la escena francesa, Marion Cotillard se transformó en un gran talento que además de tener belleza, pronto cruzaría la frontera trasladando su presencia a una que otra cinta hollywoodense. Pero desde que comenzó a trabajar con el estilista Eliott Bliss, su presencia en revistas y en imágenes de eventos se ha multiplicado, gracias a ese estilo que une tranquilamente elegancia, vanguardia y algo que simplemente la ha convertido en una de las más cool.
Su etapa Dior junto a Raf Simons la tuvo por mucho tiempo llevando trajes simples, que alguna vez fueron más acertados en cuanto a correr riesgos y no solo quedarse con el New Look. Como rostro de Lady Dior, Marion debía aparecer en actos oficiales de la marca y cualquier celebración pública vistiendo exclusivamente prendas de la casa francesa, algo que de vez en cuando intercaló con su favorito, Jean Paul Gaultier –el mismo que llevó cuando ganó el Oscar el 2012-, o Maison Margiela. Pero una vez que salió del contrato, Bliss la llevó a experimentar y transformarse en pionera en imponer estilos.
El también fotógrafo y artista la llevó a ponerse un larguísimo traje Halpern de múltiples lentejuelas, mucho antes que se transformara en la marca de moda entre las famosas. Con él también ha tratado de incorporar streetwear siempre a su manera, combinando un sweater de Filles a Pàpa con largas botas rojas de látex. También la vimos últimamente llevando los pantalones holográficos de Balmain con su nuevo cabello rubio, uno que usa con trenzas y otro tipo de peinados también muy diferentes. Así, Marion está en boca de todas las cuentas de Instagram y revistas que siguen la evolución de su estilo.
Fotos: Instagram Bliss.