Fotos: Daniel Hermosilla, Video: Guillermo Zavala.
La segunda noche de MBFW estuvo llena de expectativas sobre los diseños a mostrar. El día anterior los diseños deslumbraron a muchos, jugando con las propuestas presentadas en la pasarela.
La noche la abrió la firma Nous Etudions, marca argentina que busca nuevos conceptos, ideas, temas, formas y materiales con los cuales construyen su propuesta. Es así como la firma trasandina mostró una colección impecable, la cual jugó bastante con el concepto y la utilización de las prendas al presentarlas en pasarela. La colección llamada “No title” fue basada en un trabajo de Benito Cerati, en la cual nos enseñan una mirada minimalista y deconstructiva trabajada por Romina Cardillo desde sus comienzos.
La segunda marca en presentar fue la firma nacional MO, de la diseñadora Magdalena Olazábal, quien en un principio siempre optó por siluetas masculinas y en esta oportunidad agregó bastantes diseños femeninos, los cuales jugaron con cortes minimalistas, colores neutros, elegantes volúmenes que muestran un oversized. “La filosofía de MO busca el equilibrio entre el diseño, la calidad y un sistema de producción local”, diría la diseñadora.
La tercera firma en aparecer fue 12-na, etiqueta que trabaja netamente con prendas recicladas ya diseñadas, las cuales se desintegran para crear nuevas propuestas. La marca, que es un espacio colaborativo entre Mercedes Martínez y Mariano Breccia, en esta oportunidad creó una colección basada en el concepto Nakama, el cual nos habla de un vínculo amoroso que trasciende lo romántico y enfatiza valores como la honestidad, lealtad, protección y colaboración. En esta propuesta logramos identificar los looks vintage sport en mezcla con looks cotidianos, enseñándonos el confort que nos puede entregar una prenda reutilizada.
Para cerrar la jornada la marca Qüina de Bernardita Torres, presentó la colección Love, la cual es un homenaje a la vida y el futuro. La propuesta presentó looks basados netamente en los ‘70 jugando con estampados animal print, mezclados con formas amplias en pantalones y capuchas. A todo esto la marca integró sombreros y canastos de manufactura local los cuales representaron el optimismo y la alegría nacional. Para cerrar, la marca jugó con una intervención artística en dónde todo fue un silencio rotundo, el único sonido fueron las modelos caminando para terminar en un estruendo sonoro armónico al compás de las modelos finalizando su caminata.
En esta última versión de Mercedes-Benz Fashion Week pudimos apreciar la diversidad en todas sus formas, desde cada propuesta presentada hasta la libertad de expresión de cada diseñador, todo esto conformó una forma de demostrar nuestra identidad latinoamericana latente en cada espectador del certamen.