La estética de Louis Vuitton no siempre se caracterizó por su modernidad. Al igual que otras marcas como Gucci, la casa francesa reformó su imagen a partir de fines de los ’80, y eso incluyó experimentar con nuevas formas de publicidad. Así, la modelo Maggie Rizer se convirtió en el rostro reconocible de la firma en el 2000, acomodándose en un universo lleno de supermodelos con su singular belleza que parece sacada de una pintura del siglo XVI. Y hace poco, esa misma belleza volvió a las pasarelas.
Con Louis Vuitton de la mano de Nicolas Ghesquière, Rizer se apoderó de una pasarela llena de rostros nuevos pero que nada tienen que ver con la fama de sus predecesoras. Ghesquière la reclutó como una de las modelos principales en su debut para la firma bajo la colección otoño/invierno 2014, mientras el sábado pasado, la colección Crucero de la misma marca y un espectacular show también contaron con Rizer. Pero su reaparición data del año 2008, cuando distintas revistas de moda y campañas como Dooney & Burke la trajeron de vuelta a la moda.
Rizer apareció como parte de un grupo de modelos donde aun se mantienen varios nombres famosos. Gisele Bundchen y Audrey Marney son algunas de ellas, pero la fama de Maggie se vio consolidada cuando protagonizó una artística campaña para Versace en 1998. Allí, realmente apareció como una de las mujeres de un cuadro del Renacimiento, mientras el 2001 demostró versatilidad antes que otras modelos cuando desfiló para el show de Victoria’s Secret, cimentando el estilo actual donde nombres como el de Adriana Lima se pasean entre la alta costura y las revistas masculinas.
Fotos: Models.com, StyleRegistry, Pages Digital.