El legado estético de Valentino Liberace

El legado estético de Valentino Liberace

Las influencias estéticas contemporáneas provienen de los más diversos referentes de épocas pasadas que podamos imaginar. Los grandes iconos de la moda están presentes en las tendencias actuales, y son muchos los artistas que deciden crear o basar sus estéticas propias en otras que triunfaron en el pasado, ya sea porque buscan la fórmula del éxito o rendir homenajes. Uno de estos grandes iconos fue y sigue siendo Valentino Liberace, el artista de variedades más famoso de la historia musical noreamericama.

Con estadía casi permanente en Las Vegas (a excepción sus múltiples giras mundiales), y de gran inteligencia y destreza a la hora de tocar el piano, Liberace no solo era lo que se llamaba “un artista con ángel”. Si bien era reconocido por su simpatía innata e insuperable, tanto sobre como fuera del escenario, fue en el inicio de su carrera que descubrió que no bastaba con saber tocar impecablemente el piano, sino que había que encontrar algún toque extra que hiciera al público apreciar realmente la ejecución de la melodía.

El publico en general gozaba de sus melodías ligeras, pero nada de esto habría sido tan llamativo de no ser por los extravagantes trajes, las fastuosas capas, las coloridas plumas, las luces y la pedrería de los pianos que Liberace se encargaba de implementar en cada uno de sus shows.

A lo largo de su vida, Liberace hizo de si mismo un personaje excéntrico, conocido como el rey de los excesos. Todo siempre en grandes cantidades, tanto dentro como fuera del escenario: mucho brillo, mucho delirio escenográfico y mucha mezcla en su repertorio. Este gran mix trajo como consecuencia la admiración de varias generaciones que se vieron deslumbradas por la propuesta estética del artista, tanto en su repertorio (en el cual adaptaba los grandes clásicos de piano sin las “partes aburridas” según él), como en la producción visual de cada momento y detalle de sus shows en vivo.

En el escenario se juntaban autos, animales, niños, instrumentos, chistes, conversaciones con el público, piezas maestras de piano y mucho brillo; todo para hacer de cada presentación un verdadero happening, una performance que concluía por invitar en ocasiones a los espectadores a subir al escenario para besarlos y abrazarlos a todos.

Valentino fue un artista que no temía a nada, ni a ridiculizarse, ni a mostrarse en su máxima expresión. Desde striper en sus comienzos, hasta performer en sus últimos días. Liberace ha influenciado desde Elton John, Elvis Presley o David Bowie hasta Lady Gaga, siendo hoy un referente visual que está impregnado en el incociente colectivo como un conjunto de excesos y protagonismo de la estética que lo hacen único.

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