Posiblemente todos hemos escuchando “All About That Bass” más de una vez en el último tiempo. La canción que se ha coronado como una de las favoritas de este año que ya se termina, catapultó a la fama inmediata a Meghan Trainor, la cantante y compositora de Tennesse, Estados Unidos, que decidió romper los estereotipos de la industria creando un himno a la auto-aceptación y una crítica a los extremos paradigmas de belleza actuales, teniendo como resultado un hit número 1 en los más importantes rankings alrededor del mundo.
Algo pin-up con leves toques glam, femenina y sin miedo a sus curvas. Le gustan los colores y no se deja llevar por esos conceptos predeterminados de “qué es lo que debería o no debería usar para disimular sus curvas”. Con su larga cabellera rubia y sus siempre destacadas pestañas, Meghan conserva un look llamativo sobre todo luego de decidir que no tenía de qué esconderse. Cuenta que pasó muchos años de su vida en un relación con la ropa en la que todo se trataba de cómo parecer algo que no era y de esconder lo que supuestamente “sobrara”, hasta que decidió simplemente sacar partido a lo que es, momento en el que descubrió su propio atractivo.
Hoy se ha desatado una revolución en torno a su música y su mensaje. Algunas marcas le han propuesto encabezar líneas de ropa Plus Size pero no es lo que busca, pues lo que justamente pretende con su mensaje es erradicar esa idea de la separación de las tallas, de que alguna ropa es para un tipo de cuerpo y que no todas podemos usar lo mismo. Siendo ciertamente una de las mayores revelaciones del 2014, Taylor es considerada una nueva versión de la “chica de al lado”, más real, más aterrizada y sin miedo a mostrarse.
Imágenes: Billboard / YouTube / ABC
