Carismático, protagonista de algunas de las películas más taquilleras de la historia y hoy un respetado actor y “muso” de Wes Anderson, Bill Murray es además un verdadero antihéroe cuando se trata de vestir. Sin embargo, esa particularidad lo ha llevado a cultivar su propia imagen, una que prefiere combinar estampados y colores como nadie.
Durante sus años como integrante del elenco de “Saturday Night Live” (1977-1980), Bill Murray nunca se caracterizó por un estilo definido al vestir, pero sí por dejar una huella importante en el mundo de la televisión y la comedia. Durante años fue reconocido por integrar el elenco de “Ghostbusters”, interpretar el rol principal en un remake de “Un cuento de Navidad” (1988) y además, encantar a varios con “Groundhog day” (1993). Pero con la llegada de los años 90, su fama se desvaneció y poco a poco reapareció gracias a Wes Anderson, quien comenzó a incluirlo en sus películas de perfecta simetría.
Hoy Murray es incluso un actor nominado al Oscar, gracias a la película “Lost in Translation” (2003). Inspirada por la película de Kar-wai Wong “In the mood for love” (2000), Sofía Coppola creó esta fábula donde un hombre mayor conoce a una joven (Scarlett Johansson), derivando todo en algo más de una simple amistad. Murray fue popular nuevamente, y así comenzó a reaparecer en alfombras rojas y festivales de cine como Cannes, donde siempre despliega su buen humor a la hora de vestir. Trajes con colores infinitos, pero también smokings de elegante estampa acompañan a este hombre que tiene un lugar en el corazón de muchos.
Fotos: GQ, Fanpix y Gossipcenter.