Las marcas de autor masculinas son escasas, como todos sabemos. Sin embargo, de cuando en cuando nos topamos con proyectos interesantes en términos de diseño y propuesta global. Es el caso de Helice, una marca creada por Manolo Pérez de la Rosa, un español avecindado en Chile hace ya muchos años, y cuya injerencia en su etiqueta no se remite solo al diseño, sino también al proceso que va desde la confección, hasta la comercialización de las prendas. Aquí hablamos un poco con él de su experiencia en el mercado de la moda masculina local y de la colección invierno 2014-2015 de Helice. 
La marca ya tiene dos años en el mercado y surgió como una inquietud de Manolo después de haber incursionado en el diseño para varias marcas nacionales e internacionales. “Nuestra propuesta es básica, buscamos hacer ropa funcional, de alta calidad”, señala sobre el ADN de Helice. “No tenemos ninguna intención de seguir nada, ni de ser clasificados, ni obedecemos estéticas ni prototipos. No es una marca de surfistas, skaters, graffiteros, intelectuales, punkis o motoqueros. Simplemente hacemos ropa que dura y que nos gusta. Te la puedes poner para lo que tú quieras y cuándo quieras. Mi intención es que las prendas perduren en el tiempo, y que te puedas poner una polera de esta temporada en tres años más”, complementa.
Una de las preocupaciones fundamentales de Manolo es poder formar parte de la cadena productiva de la forma más activa posible. “Los moldes los he ido adquiriendo de diferentes sitios a lo largo del tiempo. Algunos los he cortado yo, otros me los han pasado amigos, tengo unos moldes básicos que he desarrollado con los años y que voy cambiando según la temporada. La tela la corto yo, las prendas teñidas las hago coloreando los paños de tela antes de cortarlos. Es importante hacerlo así ya que el tinte tiene que ser sellado y la prenda encoje en este proceso. Las ilustraciones o diseños de los estampados o sublimados también los hago yo, los que parten de un dibujo que a veces digitalizo, y otras veces que simplemente escaneo y aplico. Máquina de coser no tengo, así que me cose una costurera. Distribución, marketing, relaciones públicas, web… todo sale de mi”, señala Manolo, quien etiqueta sus prendas con un orgulloso: “Hélice. Hecho a mano. Stgo. Chile”.
La colección de este invierno encuentra inspiración en el Océano Pacífico y las prendas llevan estampados afines que recuerdan el mar chileno. “Llevo más de diez años en Chile y cada día me sorprende más. No soy muy fan de sus metrópolis, pero su fauna, flora y paisajes me fascinan. Surfeo desde que era chico y el buscar olas me ha llevado a sitios de ensueño en el país. Creo que la gran mayoría de los chilenos ni se dan cuenta de lo que tienen delante, tienen mas interés en viajar a Estados Unidos o Europa que en conocer su propio país. En ese sentido, veo la colección como una buena forma de acercar a la gente al mar”. Manolo ya trabaja en la internacionalización de la marca, la que pretende posicionar primero en Latinoamérica para luego llevarla a otras latitudes.
