En 2011 y luego de dos años como ayudante de Christophe Decarnin, un joven diseñador de 25 años veía como su primera colección tras Balmain alcanzaba la fama y los aplausos. Olivier Rousteing se convertía así en una de las fuerzas más jóvenes de las pasarelas, ayudando a modernizar la casa y cambiar los jeans rotos por perlas bordadas. Han pasado varios años desde esa hazaña y en el camino, Balmain se convirtió en la casa de las Kardashian. Hoy, con una nueva ambición bajo la manga, Rousteing se encargó de revivir la línea de Alta Costura debutando en pleno Paris Fashion Week S/S 2019 esta semana.
¿Cómo fue se debut? Aunque a primera vista impresionante, lleno de detalles y siluetas por revisar, se nota que la inconsistencia formó parte del proceso. Al parecer, Rousteing aun no encuentra su camino en esta línea, aunque por supuesto en un debut pocos tienen la claridad necesaria. Sin embargo, el francés parecía sacar la inspiración de distintos lugares, incluyendo otros diseñadores con identidad propia: aquí vimos un poco de Giles e Iris Van Herpen cuando Olivier apelaba al futurismo. También estaba la vanguardia estilo Viktor & Rolf cuando se incluía más de un detalle distinto y hasta Alexander McQueen en un look estilo kimono.
Entre el estilismo, las siluetas, la presión por parecer “diferente y único”, Rousteing sucumbió ante la poca claridad y en muchos casos, las propuestas parecían demasiada busy como dicen los norteamericanos, demasiado llenas de detalles para resaltar el estilo único. En un look, dos detalles en forma de pelota blancas parecían innecesarios y sobre todo, poco favorecedores como para llevarlos. Rousteing parece perdido, algo que demostró con su anterior colección donde también se notó una fuerte “inspiración” de otros. Solo esperamos que en algún momento vuelva ser el elegante e innovador diseñador de sus inicios.
Fotos: Now Fashion.