El cuestionable debut de Demna Gvsalia en Balenciaga

El cuestionable debut de Demna Gvsalia en Balenciaga

Balenciaga

Algo está pasando con la moda, pero desde hace mucho rato. Las grandes casas han refrescado su oferta con sangre nueva, otras han decidido adaptarse a un periodo de movimientos generados a partir del despido o partida de sus directores creativos, pero ambos intentos no han dado con los resultados esperados. En este panorama, Balenciaga optó a través de sus directivos en el grupo Kering, contar con un nuevo talento que ya había marcado la escena más alternativa con Vetements: Demna Gvasalia. Pero algo pasó en esta primera pasarela, que careció de la fuerza o el estilo necesario para brillar.

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A principios del 2015, Vetements surgió como la marca más cool de la nueva escena parisina. Todos se preguntaban quién era el diseñador tras esas mezclas perfectas entre sportwear, lujo y décadas distintas, un conjunto que en teoría e incluso en lookbook parece muy disperso, pero perfecto para una era donde ya casi ningún estilo tiene sus límites definidos. Los famosos empezaron a llevar sus prendas, los editores a aparecer en sus shows y así fue como Demna Gvsalia se adjudicó uno de los puestos libres más codiciados de la escena, luego que Alexander Wang saliera de Balenciaga. Y su debut apareció recién el domingo 6 de marzo en Paris Fashion Week F/W 2016, con una decepcionante pasarela.

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No toda la colección mostrada es completamente desechable. Muchas piezas dan cuenta de sastrería y guiños al original Balenciaga con proporciones de la vieja escuela –tal como alguna vez lo hizo Nicolas Ghesquière en una medida que dejó huella en la casa–, incluso una mezcla que tiene su sello original en Vetements, donde la formalidad se une a lo casual en pos de la comodidad más chic.

Sin embargo, a medida que aparecían las propuestas, vestidos que unían más de un estampado floral con colores que apelan a la tradición más olvidable, se hicieron presentes. No existe silueta, algo que en boca de diseñadores como Saint Laurent intente “no solo embellecer a la mujer, sino darle confianza”. Sus trajes consisten en chalecos tejidos y faldas en color café, volúmenes de cuellos abiertos mezclados con camisas más largas y hasta un rediseño del archivo de la casa en clave modesta, casi carente de atractivo.

Las críticas han sido dispares –aunque más cercanas a la negatividad–, pero por ser el debut de Gvsalia, tampoco podemos descartar de inmediato su intento por acoplarse a una cada vez más alicaída industria.

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Fotos: Vogue.

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