El tema de la moda sustentable ha llegado para quedarse. Ni siquiera las grandes marcas han podido restarse a esto que ya ha dejado de ser una simple moda y se ha convertido en una imperiosa necesidad. El conglomerado de lujo PPR, que agrupa a etiquetas como YSL, Balenciaga, Alexander McQueen y Stella McCartney, ha anunciado un nuevo plan de negocios que pone mucho énfasis en el medio ambiente, incluyendo acciones como el control de las emisiones de CO2, de basura, recortes en el uso de agua, materias primas y productos químicos.
El grupo se comprometió a implementar medidas innovadoras para reducir el impacto ambiental que causa a lo largo de toda la cadena productiva, desde el uso de materias primas, hasta el transporte y colocación de la mercancías en las vitrinas. El plan, que pretende estar operativo al 100% en un plazo de 5 años, establece, entre otras cosas que el uso de pieles por parte de las marcas que componen en grupo se hará siempre que provengan de animales en cautivero de criaderos autorizados, que el oro y los diamantes que utilicen provendrán de lugares donde su producción no cause un impacto negativo en las comunidades locales y , en general, salvaguardar que se produzcan las menores externalidades negativas de cualquier tipo a lo largo de toda la cadena de producción y venta.
“Nuestra búsqueda por operar en un nivel más sustentable en todas las áreas de nuestro negocio es parte integral de nuestro nuevo plan de negocios y de la longevidad de nuestra empresa. Los próximos cinco años son cruciales y ahora tenemos una visión clara de lo que queremos lograr en dicho plazo, y los objetivos y acciones concretas que debemos adoptar para coseguirlo”, señala Francois-Henri Pinault, Presidente y CEO de PPR.
PPR es uno de los mayores conglomerados de marcas de lujo a nivel global y uno de los que mueven más dinero en la industria. Muy bien por ellos que entendieron que el mundo cambió y que, por ende, los negocios también tienen que hacerlo.
