Si pensamos en la palabra “patrimonio cultural” quizás lo primero que se nos viene a la cabeza es la imagen de antiguos e importantes edificios, cuadros de destacados artistas y todo lo que podemos encontrar en museos. Sin embargo, el patrimonio cultural va más allá de eso, y así parece haberlo entendido el equipo detrás de “Diseño Nacional, Álbum del imaginario Gráfico de Chile”, quienes recientemente han lanzado la primera plataforma digital de diseño y cultura material, con el objetivo de difundir material visual de gráficas y productos nacionales publicados entre 1840 y 1940. ¿Qué marcas existían?, ¿qué tipo de propaganda realizaban?, ¿cómo era el desarrollo editorial?, ¿qué consumían los chilenos?, ¿qué hábitos tenían? y ¿cómo vestían en estos años? Son solo algunas de las preguntas que van surgiendo inevitablemente al sumergirnos en estos registros, que te invitamos a conocer a continuación.
Navegar por las distintas secciones del sitio web parece un verdadero viaje en el tiempo en donde nos podemos encontrar con las gráficas y hábitos culturales y de consumo presentes en esos 100 años de historia. Y cómo no, la moda también se hace partícipe dentro de este registro histórico de una manera más o menos implícita. El desarrollo de la cosmética, los hábitos de belleza de las chilenas, la relevancia de la sastrería, entre otros, son tópicos que surgen al explorar este archivo que cuenta con alrededor de 2.000 imágenes en alta resolución, todos disponibles para descargar.
La plataforma se divide en seis áreas: carteles, diseño editorial, gráfica publicitaria, marcas comerciales, productos y simbología patria. Nostálgicas propagandas de Cremas del Harem, Pilotonic, Le Sancy y hasta Cachantún, Cafiaspirina y Ford, son parte de estas verdaderas sorpresas visuales e históricas que se pueden encontrar navegando por el sitio web. Además, cada fotografía cuenta con una ficha técnica donde se puede encontrar el producto en cuestión, su autor, lugar de origen y fecha de elaboración.
El proyecto fue liderado por Pedro Álvarez y coordinado por Karen Angulo, en colaboración con Constanza Rodríguez, quienes junto a un equipo de diseñadores, historiadores y periodistas han sacado adelante esta innovadora iniciativa. Un trabajo arduo y profesional que contó con el aporte financiero del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y la colaboración de la Dirección de Bibliotecas, Archivos Museos (Dibam), la Escuela de Diseño de la Pontificia Universidad Católica de Chile y el Instituto de Propiedad Industrial. ¡Bravo!
Imágenes: Diseño Nacional