Cuando al fotógrafo y artista francés Jean Paul Goude le propusieron hacerse cargo del desfile del Día de la Bastilla en 1989 en París, la unión de distintas culturas, colores, música y espectáculo inundó los rincones de la capital francesa. Su devoción por el cuerpo femenino, especialmente las formas africanas y su cultura, también es legendaria y todo esto lo mezcló a través de su nuevo rol: el de Director Creativo en Desigual, uno que debutó en pleno NYFW S/S 2018.
Desigual es una marca española que por estos lados, no goza de mucha popularidad. Sus vestidos y propuestas son para un público femenino muy específico, que gusta del patchwork, de lo hippie llamativo y de elementos estampados repetitivos. Sin embargo, en su regreso a la pasarela neoyorquina oficial, Desigual decidió limpiar su imagen y mostrar algo moderno y llamativo y vaya que lo logró a través de Jean Paul Goude; su show, fue puro espectáculo.
Si bien las propuestas fueron demasiado diluidas en pos del estilismo marcado que unió culturas de África, Asia y otros rincones, Goude mostró lo que mejor sabe hacer: captar la atención de los asistentes en un show que tuvo a modelos bailando, saltando, con estilos que parecían recordarnos otros diseños de Goude en su vida como Director de Arte en campañas para Kodak por ejemplo, algo que a pesar de aparecer en los ’80 y ’90 aun resuena en la publicidad europea. Goude y la moda se habían unido directamente cuando fotografió colecciones de Azzedine Alaïa en los ’80, cuando se convirtió en fotógrafo de Harper’s Bazaar gracias a Carine Roitfeld y cuando diseñó el set de Schiaparelli hace algunas temporadas. Pero ahora, su rol fue directo y lo vemos completamente a él a través de la ropa.
Fotos: Runway.