Una de las cosas que me gusta mucho acerca del mundo del vestuario y los accesorios es que es una gran oportunidad para generar ingresos, más allá de la increíble cantidad de dinero que mueve el mundo de la moda, el vestuario tiene un carácter práctico y asequible a la hora de intentar emprender algún proyecto, puedes partir de algo muy sencillo, creando y vendiendo sólo un par de cosas y pam! con constancia y esfuerzo se puede convertir en un exitoso caso de emprendimiento.
Es el caso del proyecto a cargo de la socióloga María Teresa Leal quien tuvo la oportunidad de conocer a un grupo de mujeres de la favela más grande y antigua de Latinoamérica, Rocinha, ubicada al sur de Río de Janeiro. Leal llegó a Rocinha a coordinar un programa para niños, estando en esto recibió una donación de retazos de tela, con esta donación todo comenzó….
Las madres de los niños le pidieron los retazos e hicieron desde almohadas a cobertores. Sorprendida no tan sólo con la iniciativa si no con la espontánea combinación de colores y el estilo que las mujeres le habían dado a sus productos, Leal decidió buscar la manera de obtener más recursos para optimizar este trabajo que hoy ya se convirtió en una cooperativa, Coopa Roca. Entre algunos diseñadores consiguió clases gratuitas para que las mujeres de Rocinha se capacitaran en los fundamentos de la producción de prendas de vestir y en cuanto a tendencias. Aparte de esto Leal consiguió que fábricas de tela de lujo donaran los restos de sus telas, todo esto dio como resultado un trabajo de alta calidad y originalidad con lo que el prestigió comenzó a crecer para llegar a los oídos de revistas como Elle y Vogue.
Lo más importante de esto es que estas mujeres antes de participar de este proyecto no tenían ningún tipo de ingreso, como dueñas de casa dedicaban su vida al cuidado de sus hijos y a los quehaceres del hogar lo que no les permitía tener un trabajo, Coopa Roca les da la posibilidad de generar ingresos ya que pueden trabajar desde sus casas, así ellas pueden fijar sus horas de trabajo y compatibilizar sus roles de manera óptima.
Entre los clientes de la coorporativa están grandes marcas como los franceses de Lacoste, que les encargaron una línea limitada de poleras polo y Agent Provocateur, una marca de lencería británica.
Este es un buenísimo y claro ejemplo de como el mundo de la moda puede involucrarse en comunidades por lo general olvidadas y de escasos recursos como Rocinha, sacando lo mejor de estas mujeres, todo su talento y dedicación, que culmina en una mejor calidad de vida que no pasa a llevar sus distintas responsabilidades.
