¿Quién podría presumir de casarse por la iglesia vestida de Alexander McQueen para Givenchy? Solo una de sus modelos favoritas: Debra Shaw. Con 1,80 mts. de altura, una extraña elegancia y rasgos únicos, Shaw encandiló completamente al entonces joven talento, quien la puso al frente de algunas de sus más recordadas pasarelas, liderando el oscuro estilo del inglés en editoriales pero especialmente, en sus insuperables shows.
Shaw, quien a sus 41 años logró aparecer por primera vez en la portada de Vogue este 2018, fue la misma que caminó por la pasarela 1997 “Poupeé” llevando un cubo, con los pies sobre el agua y moviéndose de manera excéntrica. También fue la encargada de ponerse el antifaz con crucifijo en “Dante”, 1996 y también la que apareció con el traje de esqueleto de John Galliano para Dior. Y así, muchos fueron sus hitos y momentos consagrados sobre la pasarela.
Este año, Shaw volvió con varias apariciones sobre desfiles de París y editoriales de moda. Su desplante e intensidad están intactos, igual como los vimos cuando desfiló para Mugler a fines de los ’90 o cuando se convirtió en geisha para Dior. Pero sin lugar a dudas, no podemos olvidar toda la fuerza que le dio a las colecciones de McQueen cuando se presentó tanto para su marca como para Givenchy en París, en una era que ya no volverá.
