En 1969, hace 50 años, la generación más liberada hasta ese momento se congregaba para celebrar un hito musical que se llevó a cabo en Bethel, Nueva York, con más de 400.000 asistentes. Fue una experiencia increíble que sigue dando que hablar y que además de tener a exponentes como Janis Joplin y Jimi Hendrix, contó con su propio estilo, uno que exaltaba la corriente hippie a través de varias claves estéticas.
En primer lugar las flores y el tie dye se tomaron el protagonismo. Como esencia del movimiento, las flores fueron protagonistas de ropa, cintillos y adornos para el rostro y las pestañas, aunque las túnicas teñidas también hicieron eco, partiendo por el vestido que Joplin llevó en su presentación y la polera de Joe Cocker. Pero otra clave importante fueron los flecos: Hendrix, Sly de Sly & The Family Stone y Grace Slick de Jefferson Airplane no dudaron en enfundarse en chaquetas y tops con este look, uno que siempre reaparece de la mano de algún diseñador o lookbook de marca y temporada veraniega.
Pero al representar un momento cúlmine en una época de libertad sexual y de todo tipo, Woodstock fue el símbolo de vestir lo que quieran. Eso significó que entre los estilos anteriores también nos topamos con originales combinaciones como las de enteritos coloridos, rayas combinadas con cuadros y por supuesto la androginia, un factor importante en este proceso generacional que además de representar un vestir sin géneros, también fue el de vivir en comunidad sin reglas.
Fotos: International Photography Magazine, Bored Panda, Pinterest, Groovy history, Phoenixcricketclub, GQ, Vogue, Demilked, Mashable, Carp, Fine Art America.
