Lo hemos comentado: los últimos desfiles de esta temporada parecen tener menos emoción o simplemente, el desencanto general con la moda abarca también el minimalismo de las mismas pasarelas. Lo que muchos buscamos, ese complemento de la propuesta con un show inolvidable, rara vez se encuentra especialmente en estos tiempos, hasta que un norteamericano en París cambiaría todo. Porque Tommy Hilfiger, presentando su colección con Zendaya, cerró nada menos que con Grace Jones.
Fue un show inolvidable, de principio a fin. Se sentía un ambiente de diversión, había un espíritu mucho más energético con ayuda de la música disco y además, la diversidad estuve presente como también en muy pocas ocasiones en un Paris Fashion Week. La ropa era colorida y brillante, vestidos sensuales y la presencia de modelos increíbles como Beverly Johnson, Debra Shaw, Pat Cleveland, quien no dudó en bailar en su pasada y dejar a todos con el ánimo aun más alto. Y por si fuera poco, el cierre dejó atrás cualquier duda acerca de esta emoción, cuando la cantante jamaiquina de 70 años hizo su aparición.
Pull up to the bumper fue la canción clásica de fondo que tuvo Grace Jones para bailar y moverse como solo ella sabe hacerlo. Fue un cierre perfecto, que además contó con un ovación y los infaltables papeles picados cayendo del cielo, cuando todas las modelos aparecieron y cerraron finalmente con Zendaya y el propio Tommy Hilfiger. Y con ese pequeño gesto, con ese icono pop, Hilfiger se coronó como el rey de París.
Fotos: Vogue, WWD, NowFashion.