Con técnicas de fabricación que utilizan mucho menos agua que los métodos tradicionales, el objetivo de Waterless es ahorrar y reutilizar este recurso mediante nuevos acabados en los jeans, para así ayudar a disminuir la contaminación en el medio ambiente.
Desde su lanzamiento en noviembre del año pasado, la empresa de scooters eléctricos Lime ha conquistado al transeúnte chileno, por lo mismo, organizaron una ruta en la que visitaron distintos comercios de Slow Fashion, en el Drugstore de Providencia.
Con la extensa oferta de prendas y propuestas que existen actualmente en Chile, ¿cómo no querer llevar algo exclusivo? Por eso les tenemos un dato sobre chaquetas que viene de la mano de un símbolo universal, uno que además de relacionarse a la muerte, a Alexander McQueen y al peligro, está presente en la intervención de chaquetas de la marca chilena Ca.LAB.era. Streetwear sustentable, con diseños originales que se despliegan en un solo modelo, aseguran que puedes encontrar algo que irrepetible. Y sus creadores, Sebastián y Tamam, nos cuentan todo lo relacionado con este proyecto.
La ropa usada o de segunda mano, es para muchos de nosotros una de las mejores opciones a la hora de comprar cosas únicas y encontrar tesoros a precios increíblemente económicos, mejor dicho, verdaderas gangas. Pero detrás de estas gigantes empresas que confeccionan, venden en tiendas, luego tiran por la ventana los precios con un súper extra SALE para luego terminar en un cajón a $990, existe un gran negocio que esta sufriendo caídas en los mercados de importación y exportación a nivel mundial: el de las prendas de segunda mano.
Hace un tiempo he venido experimentando una forma nueva de consumir, como les he comentado antes: menos prendas y más calidad, menos cantidad y más piezas especiales y versátiles que me permiten mantener un clóset que de a poco va organizándose por categoría. Esto permite mirar lo que tengo y evitar que algo se quede tan escondido como para olvidarme de él y volver a casa con algo similar. Esto me ha bajado la ansiedad, apreciando que tengo suficiente ropa como para seguir comprando de manera poco controlada, sin necesidad de tener algo casi igual o una nueva blusa de las tantas que podemos ya tener en nuestro armario clóset.
