Contar historias, traduciendo emociones en bordados delicados y hechos 100% a mano, es la intención de la joven diseñadora Sofía Britto Silveira, quien para su reciente proyecto de título creó la firma de autor Amarallina. Sus diseños de caracterizan por comunicar vivencias y experiencias mediante el relato de sus propios clientes, a quienes ella escucha con detención para finalmente ofrecer un bosquejo de bordado íntimo y personalizado. “Nuestro objetivo es trazar historias a través del bordado, y que esas historias pueda ser contadas a lo largo de toda la vida del usuario, añadiendo más dibujos con el paso del tiempo; como si fueran tatuajes o una extensión de nuestro cuerpo”, nos cuenta desde Porto Alegre, una de las ciudades más importantes del sur de Brasil.
-¿Cómo nace Amarallina?
-Yo me llamo Sofía y me gradué en Diseño de Modas a finales del año pasado. “Amarallina” nació durante mi proyecto de título, en el cual investigué sobre slow fashion en Porto Alegre. Yo quería saber por qué el movimiento slow se estaba desarrollando con tanta fuerza en esta ciudad tan industrial, y eso me llevó a crear un proyecto de marca donde participo desde el primer boceto hasta el bordado final. Por otro lado también tenemos la ayuda de empresas asociadas, como “Ocre – Conteúdo Criativo”, que nos ayuda con el material de comunicación de Amarallina.
-¿En qué te inspiras a la hora de diseñar, y cómo es tu proceso creativo?
-Nuestro objetivo es trazar una historia a través del bordado, y que esta historia pueda ser contada a lo largo de toda la vida del usuario, añadiendo más dibujos con el paso del tiempo. La idea es hacer ropas como si fueran tatuajes; como si estas fueran una extensión del cuerpo.
La mayor fuente de inspiración proviene del mimetismo entre el cuerpo humano y la naturaleza.
Por otro lado, nuestro proceso creativo es bastante libre. Cuando tenemos pedidos, los hacemos conforme a los deseos del cliente. Esto se traduce en que, por lo general, el cliente primero elige el tipo de prenda y el diseño que desea sea bordado. Luego partimos por bocetos, los cuales deben ser aprobados para comenzar con el bordado.
-¿Cuáles son tus referentes brasileños o sudamericanos en cuanto a diseño de vestuario?
-Nuestras referencias vienen más del arte que del diseño. El artista brasileño Arthur Bispo do Rosário es nuestra gran inspiración cuando pensamos en el bordado, así como también admiramos mucho el trabajo del diseñador Ronaldo Fraga.
-¿Cómo defines el estilo de tu marca?
-Creemos que “Amarallina” tiene un diseño muy minimalista, en donde nuestra mayor identidad es el bordado, que sobresale en toda la ropa. Nuestra gran virtud es ser capaces de transmitir sentimientos a través de la ropa; contar una historia y crear un vínculo con el usuario. Sin embargo, y aunque también es una experiencia de consumo, creemos que esta debe llevarnos más allá de la simple adquisición de un producto y enfocarse como una experiencia de vida.
Creemos que nuestra mayor diferencia respecto a otras marcas, es el contacto con el consumidor, puesto a ellos les proponemos ropas con personalidad y no con una cualquiera, sino con la del propio usuario. Esta es una de las ventajas de slow fashion.
-¿Como ven la industria de la moda para su país y Latinoamérica?
-Somos muy optimistas, vemos cómo están surgiendo nuevas ideas, y cómo las personas se han adaptado bien a ellas. Creemos que ahora las personas son más conscientes y buscan nuevas formas de consumo, más desaceleradas y esenciales.
-¿Dónde podemos encontrar tu ropa?
-Las ropas de “Amarallina” se hacen a pedido. La manera de contactarnos es mediante correo electrónico o bien vía redes sociales, como Facebook e Instagram. En poco tiempo también estaremos con venta online a través de nuestro sitio, así como en tiendas y ferias en Porto Alegre.
-¿Metas para este año?
-Estamos lanzando nuestra línea de accesorios, intentando aprovechar las materias primas derivadas de los restos de nuestros tejidos y líneas. Queremos seguir creciendo y empezar nuevas asociaciones.
Imágenes Facebook e Instagram