Por misi pAnk
¿Es posible estar preocupados de la moda cuando uno no está contento con su cuerpo? ¿Nos podemos vestir bien aún sintiéndonos disconformes con cómo nos vemos? Con el verano ya instalado, a much@s nos pasa que al sacar la ropa de la temporada anterior vemos que no nos queda como nos gustaría. Ni hablar de ir a comprar.
He conocido estos tres casos:
– La resignada: se compra solo poleras anchas y evita a ir a cualquier evento que implique ponerse otro vestuario. Tiró la toalla con el look.
– La asumida: se pone lo que esté de moda y le da lo mismo si le queda bien o mal, si se le sale el rollo o si se le ven las piernas gordas. Simplemente se pone lo que le gusta y ya.
– La estratega: sin duda, mi ídola. Es capaz de sacarse partido conociéndose muy bien. Se pone pantalones que disimulan el ancho de sus caderas o que se las hagan ver más anchas, destaca o oculta sus pechugas, muestra o no las piernas. Ella sabe exactamente qué ponerse y qué no: distingue si las chalas romanas la harán ver más corta, sabe si sus párpados son grandes o pequeños y conoce qué sombre usar de día o de noche. A ella no se le baja jamás la autoestima…o al menos no se le nota. Y aunque a veces sueña con ponerse lo que está de moda, si sabe que no le quedará bien, no se lo compra.
¿De qué tipo eres tú? ¿Algún consejo para las que estamos bajoneadas por el verano?