Cuando hablamos de modelos potentes, rostros que reconocemos de inmediato o que pavimentaron en camino para la industria actual, apuntamos a nombres como el de Dovima, Suzy Parker o Sunny Hartnett, entre otras. Pero en los años ’50, también existió otro rostro que apareció en múltiples portadas y acompañó a varios diseñadores y artistas: la irlandesa Anne Gunning.
Su carrera comenzó en su país natal, donde fue musa de la diseñadora local Sybil Connolly, quien mostró sus creaciones hasta en la portada de la revista Life. El año 2012, la diseñadora tuvo un revival cuando Gillian Anderson llevó un traje vintage a los premios BAFTA. Pero Gunning fue la que se enfundó en las creaciones de Sybil en la portada de esa revista, que apareció en 1953. El famoso Milton Greene fue el fotógrafo encargado de la sesión y portada, el mismo que lanzó a la fama a varias celebridades en revistas como Vanity Fair. Con este espaldarazo, la carrera de Gunning se transformó en toda una sensación y su rostro viajaría a otros rincones del mundo.
John French, Horst P. Horst, Henry Clarke y Norman Parkinson son solo algunos de los que retrataron a la modelo, quien apareció llevando trajes de Lanvin y Balenciaga en revistas como Vogue y Harper’s Bazaar. Gunning es la protagonista de una de las editoriales más famosas de la historia, aquella que llevó a Parkinson a la India a retratar los hermosos paisajes junto a vestidos en rosa y rojo llevados por la irlandesa. También fue la figura tras la publicidad de Helena Rubinstein y Mollie Parnis en los ’50 y al igual que otras de sus colegas, su carrera la llevó a tener pequeños roles en el cine.
Fotos: Pleasurephoto.