André Courrèges fue el creador del estilo futurista en los 60’s que revolucionó fuertemente el ámbito de la alta costura. Tras haber cursado estudios como ingeniero, se inclina finalmente por la moda, donde hace fundando pues crea, entre otras cosas, la minifalda. He aquí su notable historia.
Nace el 9 de Marzo de 1923 en Pau, una ciudad ubicada al sudoeste de Francia. Desde pequeño fue influenciado por el vestuario al observar los finos trajes que su padre llevaba a casa, de oficio mayordomo, cuando éstos eran dados de baja por la familia donde trabajaba. Él le transmite el amor por la confección impecable.
A los 25 años y luego de estudiar ingeniería civil, se traslada a París, donde se encuentra con su real pasión, el vestuario, decidiendo trabajar en la empresa de diseño textil Geanne Lafaurie. Aquí aplica los conocimientos que adquirió en su formación con respecto a la arquitectura y es desde allí, que luego de unos meses, comienza a trabajar con el “arquitecto de los diseñadores”, Cristobal Balenciaga, donde empieza como cortador de telas. Luego de once años trabajando con él (1950 – 1961) llega a ser su asistente. Allí se acerca realmente a la experiencia del trabajo de la alta costura, profundiza sus conocimientos, aprende las bases de la profesión de modisto y conoce a la que se convertiría en su esposa, Coqueline, quien lo ayudará posteriormente en sus proyectos. En 1961 deja la casa Balenciaga y decide hacer vestuario en solitario con la ayuda de quien fuera su maestro: abre una boutique en Paris, en el número 48 de la avenida Kléber, con tan sólo dos costureras y su esposa.
En su debut en la escena de la alta costura francesa, Courrèges inauguró un concepto de estilo revolucionario: vestuario de la “era espacial”, ya que el contexto filosófico de la época en Francia tocaba lo utópico y el futurismo. Esto incluyó lentes de sol de gran tamaño, botas y vestidos cortos para otorgar mayor comodidad y libertad en el movimiento, donde introduce al hacer del vestuario la “minifalda”, que se propaga rápidamente por todo el mundo. ¡Courrèges cambia la historia, genera un hito!
Sus formas tienden a lo geométrico: triángulos, cuadrados y trapezoides. En cuanto al color, trabaja el blanco intenso, la transparencia y lo “luminoso”. Alguna vez el “Women’s Wear Daily” manifestó que él era “el Le Corbusier de la alta costura parisina”.
Luego de su colección de minifaldas de 1965 fue extremadamente plagiado alrededor del mundo y, como consecuencia de esto, vendió parte de su negocio a L’Oreal, además de cerrar las puertas de su casa de modas dedicándose solo a encargos individuales. Un año después reabrió con tres marcas en un intento por evitar las copias, de estilo casual y económico. Su momento como ícono de la moda terminó a finales de la década de los 60’s, cuando lo espacial dejo de ser nuevo, aun así su influencia continúa a través de los patrones de vestuario que se venden en las boutiques hoy. En 1967 creó una colección de prêt-à-porter y en 1973 comenzó a diseñar moda masculina y perfumes. En 1983 el grupo japonés Itokin, compró el 65% de las acciones de Courrèges a L’Oreal.
El trabajo de André Courrèges se considera como el de un visionario de la moda: instauró el radicalismo a través de múltiples nuevas formas basadas en “lo que debía ser el después”.
¡Larga vida a Courrèges y el retrofuturismo!