Era uno de los últimos en sobrevivir a la vorágine de la nueva era en la moda, pero finalmente decidió retirarse en 1995. Junto a Karl Lagerfeld, Hubert de Givenchy se convirtió en uno de los últimos sobrevivientes de la era dorada de la moda, aunque a diferencia del Kaiser, su opinión venía desde un lugar aislado de la misma industria que lo vio emerger en 1952, cuando fundó su casa Givenchy en París. El sábado en esa misma ciudad, Hubert falleció a los 91 años mientras dormía, en una noticia que solo se supo este lunes 12 de marzo en la mañana.
Proveniente de una familia noble, con una elegancia propia y una estampa inigualable, Hubert mostró su primera colección en 1952. En u desfile y posteriores imágenes tomadas por varios fotógrafos –como Willy Rizzo y la revista Life-, Givenchy expandió su estilo que parecía seguir una línea simple pero elegante, llena de volúmenes y prendas que podían cambiar el look de cualquier mujer. Bettina de Graziani fue una de sus primera musas; la modelo llevó en varias imágenes los estilos creados por el diseñador, especialmente la mítica blusa Bettina que vemos en varias imágenes.
Pero en 1953, todo cambiaría para el discípulo de Cristobal Balenciaga –“el padre de todos” según el francés-, ya que ese año conocería a quien sería para siempre su mejor embajadora: Audrey Hepburn. Con ella pasaron películas, eventos y street style en compañía de sus diseños, hasta la muerte del icono en 1991. Hubert de Givenchy resistió el paso del tiempo pero en 1995, decidió mostrar su última colección, la que correspondió al estilo Couture. Allí, entre bordados, satín, faldas amplias y vestidos de noche, Hubert le dijo adiós a la industria dando paso a una era dorada que tuvo a John Galliano primero y a Alexander McQueen después, con un estilo muy diferente al que le imprimiría el francés.
Fotos: Zimbio.