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Drapeados, origami y detalles intrincados en la ropa femenina ha sido siempre el estilo de la inconfundible Fernanda Yamamoto. Nacida en Brasil en 1979, pero con una fuerte influencia asiática heredada de su familia, esta vez dejó en claro que su pasarela puede convertirse en la mejor presentada en esta edición de verano de SPFW.
Colores suaves y cremosos como el lila o el amarillo, se unieron al plateado y dorado a través de vestidos largos con abrigos muy livianos, y sumamente elegantes. Al ritmo de Lee Hazelwood y Nancy Sinatra, Yamamoto le puso pelucas platinadas a sus modelos y las hizo desfilar con sombreros que recogían los mismos detalles estilo origami de las chaquetas, mientras abrigos y vestidos tenían transparencias en el ruedo al estilo Dior en su última colección.
De hecho, la colección completa de Fernanda Yamamoto parecía salida de cualquier semana de la moda parisina, y no tiene nada que envidiarle al mismo Simons. Blanco, plata y dorado se unieron en uno de los abrigos más aplaudidos de todos, mientras la geometría se unía a la composición a través de cuadros en colores suaves estampados y perlas de colores, llevados con zapatos oxford metalizados que contrastaban con la feminidad de la ropa.
