Tal como Roxanne Lowit aparecía como la encargada de capturar la escena de la moda y el modelaje con sus fotografías, o el original Ron Gallela de buscar el momento exacto en el que cualquier celebridad miraba su cámara, un nombre se encargó de poner fotografías memorables en el tapete a través del rock: el norteamericano Bob Gruen.
The Clash en el escenario, The Sex Pistols tomando cerveza, John Lennon con su famosa polera New York City o The Ramones fuera del mítico CBGB forman parte del legado visual que no solo se dedica a archivar leyendas, sino también a registrar contextos, estéticas y momentos determinados de la historia de la música. Bob Gruen creció en Nueva York, rodeado de la escena que explotó durante los ’70 y que tenía de fondo a bandas como Blondie o Television, y además se encargó de ser el fotógrafo oficial de John Lennon en su etapa neoyorquina, dejando las últimas fotografías famosas del artista inglés.
Su carrera como fotógrafo del rock comenzó en 1965, cuando asistió a un concierto de Bob Dylan. Después de ello, fue contratado por Tina Turner, Bee Gees, Chuck Berry, Led Zeppelin y varios otros artistas. Pero fue su cámara en el momento exacto del nacimiento del punk y la escena urbana de Nueva York la que lo llevó a la fama; The New York Dolls también formaron parte de los grupos que lo mantuvieron en sus conciertos, y su trabajo se encuentra en sus libros “The Photography of Rock”, “The Clash”, “New York Dolls photographs”, “John Lennon: The New York Years” o “The Sex Pistols: Chaos”, importante registro de décadas de música y nuevos estilos.