La tendencia global que se inclina por la silueta y los estampados orientales vuelve a aparecer en la última colección que la marca italiana Etro presentó en el recién terminado Milan Fashion Week. Fiel al sello que define la marca como una de las más destacadas en cuando al diseño y estampado textil, las piezas de la propuesta primavera-verano 2013 fueron unas de las más vitoreadas esta semana.
Desde que Gimmo Etro fundó la empresa textil el año 1968 en Milán, la producción de linos, cachemiras, sedas y algodones estampados fue creciendo con el tiempo, convirtiendo la empresa a fines de los 80′, en una importante productora de vestuario de la mejor calidad. Pero no fue hasta 1994 en que la primera colección de vestuario femenino se lució en la pasarela, plataforma que hoy no se pierde ninguna de sus propuestas.
Verónica, hija de Gimmo, es hoy la responsable de las colecciones para mujer que realiza la firma, por lo que es ella quien se lleva hoy todos nuestros aplausos. Un verdadero viaje nos invita a realizar la diseñadora a través de las prendas de la colección, que contó con diferentes re interpretaciones de los trajes típicos de la India, de Medio Oriente y de Asia. La intención de fusionar el sari, la kurta y el kimono, dio un resultado novedoso bajo un lenguaje estético en común.
Bajo todas estas inspiraciones, Verónica supo combinar siluetas y coloridos llamativos, con motivos florales que fueron pintados a mano, llevando los estampados de Etro a un siguiente nivel. Esta laboriosa forma de dar vida a cada una de las prendas fue realizada bajo el concepto de la artesanía japonesa y las pinturas orientales.
