Hace muchos años atrás, el uso de sombreros no solo estaba restringido a ocasiones especiales como el Derby o alguna boda real; las mujeres los llevaban como auténticos accesorios imprescindibles, y varios diseñadores hicieron su camino al fabricar los modelos más famosos. Caroline Reboux, Roy Halston, Lilly Daché o Paulette son solo algunos de los nombres más famosos dentro de la confección de sombreros, muchos de los cuales siguen siendo famosos sin importar la etiqueta.
La que más dejó huella dentro de la confección de sombreros fue Caroline Reboux; gracias a ella, la moda retomó el gusto por llevar adornos y tocados, los que Reboux fabricaba exclusivamente para acompañar cada colección del diseñador de alta costura que se lo pidiera. Su fama se expandió por Paris en 1920, cuando creó el sombrero cloche o campana, símbolo de la moda de aquella época. Además, realizó el tocado que llevó Wallis Simpson cuando se casó con Eduardo VIII en 1937, y creó un modelo de boina que acompañó los trajes de Marlene Dietrich, quien escandalizó con ellos al ser la primera mujer que los llevaba durante los años ’20.
Reboux tuvo como discípula a Lilly Daché. La francesa se asentó en Nueva York donde se convirtió en la reina de los sombreros norteamericanos. Fabricó para las estrellas de Hollywood todos los adornos que llevaron en películas, especialmente aquellos de Carole Lombard y también Marlene Dietrich. Sus turbantes y la reinvención de la boina la llevaron a la fama. Daché entrenó a Roy Halston, quien en los ’70 se convirtiera en el famoso diseñador de ropa femenina. Pero antes, hizo lo suyo en el mundo de los sombreros: ideó el famoso modelo pillbox, el mismo que llevó Jacqueline Kennedy convirtiéndolo en parte de su marca registrada en los ‘60, y que después recrearía nuevamente Carla Bruni como Primera Dama. Además, Halston confeccionó tocados de flores que después sirvieron de inspiración para Philip Treacy, el diseñador de sombreros más famoso en la actualidad.