En los años ’60, el resort mexicano de Acapulco fue un destino elegido por muchos y así fue bien documentado por Slim Aarons. El deslumbrante ecosistema de lujo y el glamour de Acapulco era un hábitat natural para Emilio Pucci, el aristócrata italiano que diseñaba estampados y colores. Por eso, no es de extrañar que para la colección Resort, el equipo de diseño rindió homenaje al legado del artisra, haciendo referencia a México como un destino imperdible. Los vestidos de salsa cortos y los caftanes voluptuosos estaban empapados en colores saturados y bordeados con rafia; las nuevas impresiones de Pucci se llamaban Acapulco, Diego (Rivera), Frida (Kahlo) y Guanabana (una fruta jugosa que crece en la región).
Las prendas de verano inspirado en los viajes le dieron a la línea un aspecto fresco y relajado al mismo tiempo que conservaba el estilo Pucci. El toque glamoroso requerido se llevó a cabo con texturas con lentejuelas o motivos bordados.
Fotos: Vogue