MiniMe Paris, de la diseñadora Marie Marquet, destaca por sus diseños de sombreros y accesorios inspirados en iconos de la moda, la música, el cine y la infancia como Karl Lagerfeld, Marilyn Monroe, Lady Gaga, Coco Chanel, los cuentos de hadas e iconos pop. En el tercer hall y bajo el concepto de Jeal Louis, “un atractivo ser secuestrado el 21 de abril de 1982 por extraterrestres, que se convierte en la estrella interplanetaria de su galaxia”, se reúnen las marcas tal vez más innovadoras, transgresoras y irreverentes de Premier Classe convirtiéndolo mágica y sarcásticamente en el primer evento del Fashion Week abierto para todo el mundo. Es acá donde se congregan destacadamente el diseñador Pierre Rioufol, diseñador de accesorios y ropa de cuero con estampados de arco iris, soles, relámpagos y nubes de colores que dan vida al entorno mágico del mundo de Jean Louis. Destaca también la marca Mataki, del ex bailarín y coreógrafo Matthieu Hocquemiller, mostrando una colección inspirada en el rock and roll y la andróginia. En esta ocasión ha colaborado con un talentoso grupo de diseñadores y estilistas para crear una línea contemporánea, neutra y libres de identificación de género.
La marca Mua Mua Dolls, de la diseñadora italiana radicada en Bali Ludovica Virga, diseñadora y creativa que decidió producir muñecas de ganchillo hechas por los habitantes de la isla que, después del tsunami en Indonesia en 2004, se quedaron sin trabajo debido al turismo cada vez más en crisis. Es la creadora de las famosas muñecas del Káiser de la moda, las que el mismo Karl Lagerfeld encargó para su tienda. Muñecas de iconos de la moda, accesorios y ropa inspirados en marcas pop como Pepsi, Marlboro o Chanel. Además, cabe destacar que gran parte de las ganancias de la colección son donadas a una escuela en Sumbawa para ayudar y apoyar la educación de las mujeres.
Destaca también Laure Welfling, de diseñadores Italianos pero radicada en Marruecos que logra mezclar elegantemente las culturas de Oriente con el street style. Chaquetas de lentejuela y plumas se mezclan con telas marroquíes e indues, logrando una elegante mezcla de historia e irreverencia. Es acá también, en el hall de Jean Louis, donde se congregan los workshops llamados “We Can Doo”, donde el visitante puede vivir la experiencia de la creación de perfumes, guiados por expertos del Museo del Perfume de París o diseñar su propia denim jacket junto a ElsaMuse o participar en conversatorios en torno a la moda, su presente y su futuro, la moda y el arte y la discusión de la presencia de la generación millennial en la industria .
Fueron cuatro días en una instancia de más de 25 años, en la cual convergen ideas y oportunidades para alimentar redes en una ciudad que al ser la capital de la moda y donde las grandes marcas parecieran acaparar la atención de clientes, prensa y visitantes, se instaura como un brazo importante de la movida escena de la Moda Parisina. Nuevas ideas nacen al costado de Louvre, dando vida a una nueva generación de diseñadores de moda y accesorios y por sobre todo, alimentando la cooperación entre quienes subsisten en una industria veloz y a veces riesgosa.