Desde que la escuchamos en los años ’90, sabíamos que su voz era algo único, que nunca antes había pasado por una radio. Una mezcla entre dulzura y desenfado, que quedó de manifiesto a través de aquellos hits: “Ode to my family” era tierna y “Zombie” evidenciaba una situación político social importante. Para muchos, Dolores O’Riordan se convirtió en su vocalista favorita, una que junto a The Cranberries se transformó en esas bandas de cabecera que a más de alguno gustaban o por lo menos, más de alguna de sus canciones. Aquí la recordamos a través de ese versátil estilo, uno que se mantuvo como reflejo de un doloroso pasado pero de un seguro éxito musical, que le ayudó a dejar su alma en las canciones. Hasta siempre, Dolores.
Fotos: zimbio.