Trajes en peplo, capas y metales marcaron una gala que cada año marca el comienzo de las exhibiciones del Metropolitan Museum of New York. La muestra de Prada y Schiaparelli a través de “Impossible Conversations”, se inauguró como siempre bajo una lluvia de vestidos y rostros famosos acompañados de diseñadores, que se encargaron de rendir el culto adecuado a la famosa diseñadora de los años ’30 a través de dorados y capas. Carey Mulligan, la co anfitriona de este año, llevó por supuesto un espectacular vestido marcado por una de las tendencias de este año, la opulencia a través de colores metalizados. Grandes lentejuelas en dorado y plateado marcaron su estructurado vestido llevado hasta la rodilla, uno de los varios que se vieron a través de estos materiales.
Quienes además llamaron la atención por su espectacularidad, fueron la modelo Karolina Kurkova enfundada en un largo y ajustado traje sirena de metal dorado con un pañuelo a tono en el pelo, todo gracias a Rachel Zoe. Su porte y elegancia la llevaron a ser escogida como una de las favoritas, junto a otra que mostró una fuerte tendencia de este año: Bianca Brandolini D’Adda, en igual dorado profundo con un vestido de Dolce & Gabbana, que adornó con una capa tal como Gwyneth Paltrow en ese blanco modelo Tom Ford para los premios Oscar. Bajo esta línea también aparecieron Jessica Alba y Kate Upton en Michael Kors, Cameron Diaz en Stella McCartney, Rosie Huntington-Whiteley en Burberry y una elegantísima Lana del Rey, que mostró su cabellera característica con un tono más oscuro en un vestido metalizado color plata, junto a una capa todo gentileza de Joseph Altuzarra.
Otros vestidos destacados vinieron de la mano de Versace, que vistió de un amarillo art decó a January Jones. Camilla Belle llevó un escotado Ralph Lauren, mientras Renée Zellweger dejó su acostumbrado Carolina Herrera para aparecer en un largo y espectacular Pucci. Ginnifer Goodwin se ajustó al color de moda de la temporada, el naranjo, y lo llevó con un modelo de Monique Lhuillier; Elizabeth Banks llevó un estampado Mary Katrantzou en peplo tal como Emma Roberts en amarillo Escada. Sarah Jessica Parker, en tanto, fue con un Valentino vintage en estampado floral del brazo del propio diseñador retirado. Otra que se ajustó al vintage fue Coco Rocha, quien llevó un traje de pantalón amarillo Givenchy que perteneció a Elizabeth Taylor. Caroline Trentini también demostró su porte de modelo con un vestido celeste confeccionado en denim de Olivier Theyskens, mientras Jessica Stam lució un modelo de John Galliano para Dior, recordándonos la espectacularidad de la época de oro del otrora diseñador de esta casa francesa.
Quienes lo intentaron sin mucho éxito, fueron varias. Entre ellas, la siempre diferente Chloe Sevigny con un modelo Miu Miu muy similar al estilo Paco Rabanne de los años ’60, combinado con un mal peinado; Heidi Klum no llevó su acostumbrado glamour bajo un Escada de encajes, mientras Mary Kate Olsen, quien siempre deslumbra, apareció con varios años de más al enfundarse en un modelo negro cubierto de The Row. Leighton Meester usó un Marchesa que no se acomodó a su figura, mientras Beyonce llevó un vestido Givenchy HC en color negro y púrpura que definitivamente no destacó sus curvas de manera positiva. La sorpresa de Balenciaga, Kristen Stewart, parecía desarreglada con un traje de varios colores, mientras Florence Welch apareció con un modelo de grandes dimensiones de McQueen, que parecía muy original pero se perdía en cuanto a proporciones. Y otra que parecía dulce pero quizás muy juvenil para la ocasión fue Emma Stone, en un modelo rojo de Lanvin.
