Lupe Gajardo fue la encargada de abrir el primer desfile de Viste la Calle que se celebró ayer en el GAM y que se rigió bajo el concepto de la Celebración. Entre una decoración festiva, pagana y algo kitsch, la diseñadora nacional de alta costura presentó su colección crucero a través de ocho pasadas impecablemente construidas.
Si bien Lupe no se inspiró en una celebración en particular para desarrollar su colección, quiso celebrar la integración de la cultura mapuche a la chilena. Así, como un juego en el que se entrelazan elementos propios a ambas estéticas, la diseñadora logra un equilibrio perfecto entre concepto y moldaje. También mantuvo la técnica que ya es muy propia de ella: el corte de diferentes telas en una misma prenda, interactuando con diferentes tonalidades y texturas.
Los dibujos de figuras geométricas y la paleta de colores, que quizás fue algo monótona, fueron una reinterpretación de los textiles mapuches, al igual que las aplicaciones de flecos negros que simularon las terminaciones de los telares del pueblo originario del sur de Chile. La colección contó con vestidos ceñidos y cortos versus prendas holgadas, largas y sencillas, lo que hicieron del recorrido visual algo variado y cambiante. Una propuesta completamente lograda, coherente y que nos habla sutilmente de una relación entre lo autóctono y lo actual.