Tuvimos la oportunidad de entrevistar a Juan Pablo Montalva, fotógrafo que se dedica actualmente a crear campañas y editoriales de moda. Radicado en Nueva York, nos cuenta cómo ha sido para él la experiencia de trabajar con profesionales Norteamericanos y su interesante visión de la fotografía en Chile.
¿Cómo surgió tu pasión por la fotografía?
Supongo que fue donde todo se juntó, vengo de una familia en la cual mi mamá siempre nos llevaba a mirar cosas, cosas simples: el atardecer, el sol, la luna, mucha música, en un período en que Chile era súper contingente. Entonces no sé, presumo que fue casi natural agarrar la cámara y empezar a registrar lo que había a mi lado.
¿Cuéntanos porqué decidiste viajar y trabajar en NY?
Fue casi natural cambiar de dirección de oficina. Venía trabajando en el Mainstream por más de 12 años, en la publicidad y moda nacional, y me notaba cansado. Tal vez empecé muy joven, no sé, pero quería nuevas caras, nuevo equipo, otro aire y nuevos desafíos.
¿Cuál es el principal cambio que ves entre los dos mercados laborales?
El cambio es bastante radical, el mercado de Estados Unidos es gigante, todos vienen a trabajar aquí, los fotógrafos que están viviendo y a los que traen por trabajos específicos. Hay más de 250.000 fotógrafos registrados según el Blackbook, lo que hace que tu nivel tiene que subir muchísimo para tratar de entrar en el mercado. Además de tener que conocer a la gente que te da los trabajos, tu portafolio puede ser muy bueno, pero si no te conocen la cara, difícil que te den cualquier cosa.
Los cambios más radicales creo que son la forma en que se desarrollan no sólo las editoriales, sino que también las campañas, los referentes no son copias, sino más bien una reinterpretación de épocas pasadas, canciones existentes, o lo que se respira en la calle. A su vez, claro, la industria de la moda mueve millones, entonces los Budgets que se manejan son enormes y eso hace que tu trabajo se vea bien. De alguna forma, se crean los factores para que tu trabajo y el de tu equipo quede de primer nivel. Hay harta libertad también, eligen trabajar con el fotógrafo que tiene una determinada forma de trabajar, o sea, a Gred Kadel no le van a pedir que fotografíe como Alexi Lubomiriski. Normalmente te piden tu estilo o tu forma de trabajo, la diferencia radica en los equipos y sus estilos.
Lo otro importantísimo es el respeto inmenso por el artista. El cliente si bien tiene injerencia, deja al artista trabajar en paz, confiando 100% en que es el mejor que puede realizar su campaña y/o editorial. Se trabaja con timings apretados, pero humanos. Hay más recursos y eso hace una diferencia enorme, no sólo se fotografía para el mercado gringo sino también mundial, aquí se hacen todas las revistas y campañas, o al menos por aquí pasa en algún momento parte de eso…
¿Qué oportunidades crees que te ha dado el explorar este nuevo mercado?
Creo que me ha dado la oportunidad que te da cualquier cambio radical, o sea, valorar lo que tienes, entender lo que tenías y apreciar las cosas nuevas. A su vez, claro, tener la oportunidad de trabajar con gente de excelente nivel.
Creo que como todo, te da experiencia, te da roce, las cosas te las tomas con mucha calma, viajas harto, hablas un par de idiomas y entre un lado y otro, de un día a otro, te ves que de a poquito estas entrando, generas amigos y ya todo empieza a ser más familiar.
Creo que también en algún momento se dará la oportunidad de llevarme algún cliente a Chile. Los tengo cansados a varios gringos con Valparaíso, Torres del Paine y Rapanui. Para ellos es súper exótico porque no saben cómo es, o cómo ir, cómo hacerlo, entonces parte de mi interés es ése, llevarlos a Chile a hacer alguna editorial. Valparaíso es un lugar impresionante para llevar acabo algo así, espero que al final ocurra.
¿Es lo que buscabas o se viene un próximo gran cambio?
Hasta el momento es lo que buscaba. Pese a que vine sin ninguna expectativa, aprendí a no tenerlas. Trato de dejar que las cosas vayan ocurriendo sin tener la ansiedad del Big Bang. Yo no sueño con ser famoso, o fotografiar para Vogue o tener un avión privado, para nada, eso no ocurrirá. Me interesaba salir de Santiago un rato y hacerlo rentable. Mi vida no la mido por mis logros laborales, me interesan las cosas simples, el asado con mis amigos, ir a caminar y mirar el atardecer o estar con la mujer que amo. Tener trabajo no me quita el sueño, mi vida está siempre cambiando, y con los costos que tiene esto también, siempre estoy dividido entre Chile, mis amores y New York, el precio es alto, la gente tiende a hablar sólo de los días soleados y la realidad es otra muy distinta. Me he perdido muchas cosas importantes para mí por estar aquí, y eso, estoy seguro, que en algún momento me pasará la cuenta.
¿Cómo ves la fotografía en chile?
La veo bien, pese a que separo mucho los tipos de fotografías en Chile. Por un lado, está la fotografía de autor la cual es de gran nivel. Mis favoritos: Paz Errazuriz, Andrea de Simone, Natalia Vial, Javier Godoy, entre otros. Ahora en el campo comercial de moda y campañas, creo que el nivel es muy bueno de los fotógrafos, maquilladores, estilistas y peinadores, al mismo tiempo como el de los directores de arte y creativos.
El problema no radica ahí , el problema radica en que muchas veces los cargos ocupados por quienes toman las decisiones de ciertos trabajos, sólo ven los números y creo que la industria no va por ahí. Creo que sería más interesante si se les dejara a los creativos “crear” campañas, y no caer en la triste copia de cada día, habla muy mal de nosotros como calidad país. No dejo de asombrarme con el nivel y el descaro que ciertas marcas tienen para copiar y seguir copiando, ahí hay algo súper delicado. Lamentablemente, no sólo pasa en la publicidad sino que en todo orden de cosas, hay un miedo inmenso a innovar, crear, y a veces, por qué no, a perder. La adoración al “éxito” en Chile es alarmante, entiendo que es parte del negocio, pero el tema es, ¿a qué costo?.
Las grandes empresas no han entendido que deben trabajar con artistas para que su trabajo brille y tenga alguna repercusión en la gente. Se jactan del catálogo más barato, o qué tan parecido les quedó la copia, dejando de lado la labor social que podrían ejercer; mostrar lugares, paisajes, desarrollar temas, les falta contenido, en fin, un sin número de ideas. Falta un poco de eso; experimentar, dejar que ocurran cosas, no ir con la campaña de “al lado”, sino generar la propia.
¿Cuál es el plus de expandir los horizontes hacia otro tipo de mercado?
Es difícil creo, como artista , pretender estar sólo en un sólo lugar y no mover tu trabajo a otros circuitos y ver qué aparece ahí. Entendiendo que New York City es la capital del arte, es bueno sacar tu trabajo aquí y ver qué te dicen, te hace generar ruido, generar espacios, pavimentar caminos para otros que seguro vendrán. Creo que también hay interés por uno, el feedback que normalmente recibo de mis meetings es que les parezco exótico. No tienen muy claro dónde está Chile. Conocen a Jodorosky, Neruda, Bolaño y a Nicanor, por ahí un par mas, entonces les gusta que llegues con tu trabajo a ver qué es lo que tienes que decir, no están para nada al tanto de cómo es Chile y eso a ratos es un plus, siempre he tenido buen feedback. Eso sí, tu inglés debe ser perfecto.
¿Qué campañas y para quienes estás trabajando en este momento? ¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Sigo súper conectado con Chile y siempre trato de generar proyectos desde aquí para allá y viceversa. Acabo de hacer Ripley: una grata experiencia con un equipo mixto de gente de Chile y con mi equipo aquí.
Acabo de hacer también los LookBooks de Zero María Cornejo, un honor poder trabajar para ella y su equipo y sigo desarrollando proyectos con ellos todo el año. Hace poco también hice TreeAsfour, que son 3 diseñadores increíbles que tienen este colectivo de arte y ropa. En la semana de la moda fue el show junto a Siki que más me conmovió, una puesta en escena increíble. Recién hice Oakazine, que es un magazine donde me interesa entrar, es bastante alternativo y es por eso que me gusta. Me gustan los nichos para poder crear y expandirse y asisto a Tonny Ward para Vogue Japan y UK. Abril comienza y es período de reuniones y cerrar editoriales, se viene nuevamente en 2 semanas más el nuevo LookBook de María Cornejo, y en mayo espero estar en Chile por unos días.
Aparte de eso, firmé contrato como rostro de Levi’s para el mundo con su campaña Workers. Fue una experiencia muy grata estar al otro lado de la cámara. Lo realizó Melodie Mcdaniel, tremenda fotógrafo y directora que ha estado a cargo de muchas campañas, editoriales, video clips de Madonna y Depeche Mode entre otros.
Cuéntanos sobre tu nueva web.
Mi web básicamente explora lo que soy como artista y hacia donde miro. En NYC como mercado mundial, la idea de los webs, es tener un pequeño resumen con tu visión como artista, por lo que yo entiendo. La idea es que seas especifico y No que muestres que haces autos, zapatillas, botellas de vino y rock. No, aquí la idea es decir, ok esto es lo que yo hago y la mano va así… o al menos esa es mi apuesta. Entonces he dejado lo que realmente me proyecta y me gusta apostando por una voz propia y clara.