Seguimos revisando la historia del vestuario de nuestro país por lo que hoy nos dedicaremos a ver las características de la vestimenta de la década correspondiente a 1990-2000, para eso te presentamos la investigación de la Corporación Patrimonio Cultural de Chile para conocer en detalle el look de estos años.
El inicio de la década de los 90 coincide en Chile con el retorno a la democracia, que promueve una diversidad que también alcanza a la moda. Coexisten la antimoda, el look campesino, el clásico inglés, el tejano, el barroco, el tropical, el oriental, el glamoroso. Reaparecen en las revistas de moda los motivos y elementos autóctonos, abandonados desde los 70. En términos internacionales, esta época se caracteriza por buscar, sin éxito, una propuesta atractiva y comercialmente exitosa. En este intento, se recuperan estéticas de casi todas las décadas anteriores del siglo, además de las surgidas en la calle y algunas de los grandes diseñadores de la alta costura. Pero estas propuestas tienen una aceptación fugaz. La fragmentación y la heterogeneidad se imponen como inherentes a la postmodernidad.
Sin embargo hay ciertos ejes que configuran la moda de los noventa, tales como la fusión entre lo femenino y lo masculino, expresada, por ejemplo, en ternos a rayas acompañados por blusas de volantes o encajes, y la exhacerbación de la sexualidad, manifestada en vestidos ajustados, pieles sintéticas, estampados felinos, botas y calcetas sobrepasando las rodillas, retorno del cuero negro, minifalda y minivestidos, vinil, látex, lycra.
El minimalismo centrado en la pureza de la estructura del traje, se expande hacia el fin del siglo. Lo clásico se define ahora por la nobleza de los materiales y su carga tecnológica. Predomina el look monocromático incluso en cuanto a maquillaje. En oposición a esta tendencia, la moda apuesta finalmente por una hibridez asumida, cuyo atractivo radica en la fusión de elementos y materiales aparentemente incongruentes.
El eclecticismo, representado a nivel internacional por Lacroix, Galliano, McQueen y Gaultier, marca la moda del fin del siglo XX, que rápidamente está disponible en las vitrinas chilenas exhibiendo una variedad de estilos: hippie, techno, neorromántico, étnico, retro, fundidos en un mismo look.