Ya no basta con sólo trabajar en el mundo de la moda, escribiendo o documentando desfiles y accediendo al backstage. Ahora, el sueño se ha desplazado, desde el primer momento en que una chica de 13 años llamada Tavi pudo formar parte de ese mundo, que antes era totalmente inalcanzable, a menos que claro, fueras como Mademoiselle Agnès y te sentaras en primera fila sin mostrar invitaciones en la Semana de la Moda de París.
Agnès Boulard es el verdadero nombre de esta periodista que desde 1991 ha trabajado en el mundo de la moda, primero en una revista francesa y luego pasó a formar parte de la televisión, donde por más de 10 años presentó Habillès Pour (Apropiados para..), uno de los programas más emblemáticos de Canal + en Francia. También tuvo la oportunidad de trabajar en Vogue Paris hasta el 2005, y produjo una serie de documentales para Chanel durante los últimos años.
La gracia de Mademoiselle Agnès es que no sólo llega a lugares misteriosos para el espectador común, sino que su naturalidad, y sobre todo su personalidad espontánea y divertida la hacen acreedora de una visión más fresca dentro de un mundo donde la intimidación con las grandes figuras siempre aparece. Un día puede entrevistar a Karl Lagerfeld después de su show y luego de la primera pregunta decide enseñarle unos pasos de salsa, que el Kaiser sigue con entusiasmo; también es capaz de hacer reflexionar a veteranos del periodismo de moda como Tim Blanks, preguntándole en plena locura tras el backstage en NY qué le parece su futuro mientras miran como la misma Tavi entrevista a los diseñadores de turno.
Otra de las apuestas interesantes que ha desarrollado es tratar de meterse en el rol de una mujer que opta por algún diseñador en especial, al estilo de una verdadera actriz. En una serie de cortos de su programa, se presenta como “La femme Lanvin”, “La femme Chloe”, etc., desenmarañando no sólo que prendas compra, sino también su actitud, sus gustos y su personalidad. Y un plus total para mí, es su sinceridad: en una entrevista con un diseñador emergente de París, se conmovió totalmente cuando éste señaló que “su trabajo es su amor”; ahí frente a la cámara y sin importarle su imagen, donde varios otros plantean lo contrario.