En el contexto de las modelos que trabajan en grandes capitales de la moda, esta pregunta es tán común como la típica ¿No serán las modelos demasiado delgadas? Ambas son controversias que se mantienen sin una respuesta definitiva y que de vez en cuando resurgen al calor de la discusión que provoca algún hecho contingente.
La que ésta vez destapa-nuevamente- la controversia es la estadounidense Lindsey Wixson, quien con quince años recién cumplidos, es la nueva cara de Miu Miu. Aunque estas últimas fotos (imagen de arriba) no tienen controversia mayor, si destaparon la historia de una sesión que si las tuvo: En un photoshoot hecho a los 14 años para W magazine, a cargo de Craig Mcdean, la modelo pidió expresamente que la dejaran usar un sostén bajo una blusa transparente, lo que causó, primero sorpresa y luego, algo de molestia según los testigos.
Otra modelo que causó conmoción en tiempos recientes es la emergente Zippora Seven, quien desde los 14 años ha sido llamada “la Kate Moss neozelandesa”, por lo que ha protagonizado varias sesiones de fotos para revistas conocidas por sus producciones avant garde como Pulp, Frankie, Pavement y Vogue Francia. La polémica, en su caso, se desató en dos ocasiones distintas, ambas en relación a la revista australiana Russh: La primera, debido a que la sesión de 18 páginas dedicada a ella en marzo del 2008, la mostraban en topless arriba de un caballo en varias oportunidades a lo largo de la editorial. En la segunda, la chica compartía (desnuda, por supuesto) un baño de burbujas con otro adolescente (el modelo masculino Levi Clarke, de 16 años) haciéndose el desmayado entre botellas de champaña. Ante la ola de protestas que desató la editorial en la sociedad australiana, la revista explicó: ” Creemos que nuestros lectores entienden la narrativa de la editorial”, argumentando que ésta se inspiraba en la relación que sostuvieron Johnny Depp y Kate Moss en los noventa.
La moda siempre tiene una cuota de controversia, que mantiene a los ojos del mundo pendientes. Es, además, un negocio obsesionado, como no, con la juventud y la belleza, a pesar de que la mayoría de los productos que vende son inalcanzables para la mayoría de las jóvenes incluso para los estándares de países desarollados (ni que decir para nuestra realidad de pais en desarollo, donde sólo un puñado de señoras empingorotadas pueden comprar ropa de diseñador). Como el gran negocio que es y como forma de arte que alcanza en algunas de sus manifestaciones, la provocación y el llevar los límites un poco más allá es necesario y seguramente, la única forma de hacer avanzar las cosas en nuevas direcciones, sin embargo, el límite entre la deseabilidad de la juventud y el dilema ético de resguardar a chicas que legalmente aún son niñas es un problema en desarollo constante. Mientras que en algunos lugares, como Milán y Cibeles (España) se han decidido por tomar medidas (bastante tímidas, a mi parecer) como no admitir a chicas menores de 16 en las pasarelas, la mayoría de los fotógrafos y diseñadores aboga por la frase “Si la chica sirve, no importa su edad”. Habrá que ver si alguna vez, como sociedad, dejaremos de encontrar belleza sólo en la juventud, que parece ser la real raiz del problema.