Colaboración por Rodrigo Wells
¿Sabías que este complemento para vestir básico es reconocido como uno de los más antiguos del que se tiene registro universal? ¡Desde los dioses griegos y el Antiguo Testamento! Aunque no lo consideres tanto, el cinturón es un accesorio elemental en el look del día a día masculino y para algunos, incluso una prenda de la cual no pueden prescindir. Coronador y resaltador de tenidas, además de ser un indispensable en el armario —al menos en dos colores— esta pieza se presenta en la actualidad en un solo formato, pero con diversas variaciones de material, color y diseño. Aquí te damos algunos datos de uso para los 3 más convencionales, y combinaciones posibles para usarlo adecuadamente.
El cinturón es importante por muchos motivos, el principal es porque sujeta prendas como la camisa y el pantalón, manteniendo el calce y todo en su sitio, además de otorgar toques de elegancia dependiendo de como se esté usando.
Cinturón de piel: Es el más básico, el que todos deberían tener. Un ejemplo es con el tradicional color liso y una hebilla simple. Sirven tanto para un momento formal, como para usar con traje o incluso una gala. Existen diferentes variaciones del mismo, con pieles de animal exótico o sintéticas y cada textura otorga a la pieza un acabado diferente, entregando al look un estilo más fuerte.
Cinturón trenzado: Se encuentra entre lo informal y lo formal, ganándose por esta característica un espacio en los vestidores masculinos, en el más reciente tiempo. Disponible en piel y goma, por un lado el de piel, luce más formal y el de goma tiene un toque más informal, todo de la mano a la ropa con lo que lo quieras combinar.
Cinturón de lona: Resulta una opción “formal” dentro de las tenidas sport, mezcla dos materiales y a la vez dos colores, por lo mismo puede ser utilizado con una mayor cantidad de combinaciones. Gracias a que en algunas de sus presentaciones es print, toma mucho mejor lugar en primavera o verano, pero por lo mismo, también aumentan las posibilidades de crear un look sobrecargado o “mal combinado”.
Dentro de los consejos que de todas formas tienes que seguir para aprovechar al máximo el cinturón, te sugerimos:
-Usar una hebilla acorde a tu proporción corporal. Idealmente no usar una hebilla enorme si eres pequeño o viceversa, lo óptimo es que la “escala” se vea en armonía con tu cuerpo.
-Ajústalo correctamente. Existen dos tipos de posturas: la americana (ajustar en el 1er o 2do orificio de izquierda a derecha) y la europea (ajustar en el 3er orificio).
-Aprende a combinarlo con la paleta de colores de tu zapatos (y estos a su vez con las calcetas), todo ello con el fin de armonizar el look.
-Ten en cuenta el grosor para cada ocasión. Si usas pantalón de vestir, tu cinturón debe ser delgado, pero si estás usando jeans, la correa de tu cinturón puede ser más ancha.
-También es importante que nunca dejes de lado la gama cromática de las demás prendas, puesto que en base a ello, será elogiado o pasará desapercibido.
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