Wow…!!! Debo decir que para mí también es importante el tema de qué tipo de”rimel” debo usar para cuando trabajo; quizás por este motivo me fijo harto en algunas cosillas antes comprarme uno. Por ejemplo para mi es bien importante la textura de la mascara más que el tipo de cepillo –tal como lo dije en la semana pasada-, aunque para otras personas es mas importante el cepillo; bueno es cuestión de gustos. Además de fijarse en esas “tonteras” es bueno saber como hacer durar más este producto que, por una cosa lógica, ¡DE VERDAD NO ES PARA TODA LA VIDA!
La mascara para pestañas o “rimel” tiene una vida útil de no más de 3 o 5 meses, por muy “buena, fresca, cremosa o nueva” que la vean no les servirá más tiempo. Ahora consideren estos datillos para su mascara:
Este tipo de producto es básicamente, cremoso y húmedo; por consiguiente puede ser un “foco” de posibles infecciones; como tiene constantes interacciones con el exterior: se mezcla con polvo que anda por el aire, con restos de sombra, mascara de pestaña que haya quedado de otro día, en fin…con un montón de cochinadas y eso en ocasiones les provoca que les piquen los ojos o que se irriten con mayor facilidad.
Al volver a meter el cepillo al interior dejamos “todas estas maravillas” dentro; lo cual estimula la aparición de uno que otro bicho que puede dañar la vista como la conjuntivitis; debido a que es un producto que contiene cierta humedad además de oscuridad, provocando la propagación de este tipo de infecciones.
Otro motivo a considerar es que la mascara de pestañas no debe “bombearse” antes de ser aplicada. Es muy típico que antes de usar la mascara “suban y bajan” sin cesar el aplicador; de esta manera dejan entrar aire al interior del envase y por ende… se seca más rápido el producto y no dura el tiempo debido.
Siguiendo estos simples “tips” pueden sacarle más partido a esa mascara regalona que tienen, de verdad es importante que sean capaces de cambiarla cada 3 o 5 meses, aunque la vean “cremosa” o “brillante” YA ESTA LLENA DE GERMENES POR DIOS.