A mediados de la década del 2000, la modelo Maryna Linchuck emergió como un nuevo talento del modelaje que se repetía constantemente en editoriales, pasarelas y publicidad. Uno de sus roles de mayor perfil fue el convertirse en rostro de Miss Dior Cherie, en la publicidad ideada por Sofia Coppola. Tiempo después y bajo una carrera ya consolidada, Maryna vuelve a las revistas con una sesión fotográfica romántica y natural, que muestra la belleza del paisaje y de las prendas de distintos diseñadores, todo con el lente de Vincent Peters para Harper’s Bazaar.
Fotografía: Vincent Peters
Modelo: Maryna Linchuck
Pelo: Halley Brisker
Maquillaje: Polly Osmond
Estilismo: Miranda Almond
Fotos: Fashion Copious.