A principios de los años ’80, Nueva York era el lugar donde muchos íconos posteriores se mantuvieron de bohemia en bohemia. Junto a Londres, la ciudad norteamericana mantenía su encanto en cuanto a música, cine y arte, mostrando sus propias it girls y celebridades que hacían de todo un poco. Dianne Brill era la reina de las fiestas y también una musa para Andy Warhol, aunque entre sus momentos estelares se mantuvieron varias ocupaciones antes de transformarse en la reina del maquillaje por el que hoy es reconocida.
En 1984, protagonizó el video “Hello Again” junto a Warhol –quien también fue el director– en esta melodía visual de The Cars. En 1985, su perfil como chica diseñadora y también fiestera aparecería en el New York Times, mientras que a fines de esa década caminaría la pasarela de Thierry Mugler en París, vestida con ajustados trajes de látex y dos piezas masculinas que abrazarían sus curvas. Durante varios años también, Dianne estuvo a cargo de vestir a The Rolling Stones, Duran Duran y también a Prince en su época más famosa; por ello, el estilo y los fans alrededor suyo nunca faltaron.
En 1992, Brill escribiría el libro “Boobs, Boys and High Heels” donde comentaría tips sobre su aclamada figura –la que le valió el título de silueta de la década en los ’80–, además de otros consejos. Ese mismo libro contaría con prefacios escritos por Deborah Harry y Jean Paul Gaultier, dos de sus más famosos fanáticos. Así, luego de un largo caminando jugando con el estilo, las curvas y su glamour propio, Brill decidió lanzar su propia línea de maquillaje el año 2009, a la cual le imprimió su toque en colores, productos y packaging. Así, las famosas pestañas postizas o el delineador negro para un cat eye perfecto, aparecen de la mano con una caricatura que recuerda su famoso cuerpo, el que además le valió la creación de un maniquí en su honor durante los desenfrenados años de fiestas y clubes neoyorquinos que la vieron nacer.
Fotos: Sandra’s Closet, Elle, Dianne Brill, NY Mag, Patrick McMullan, Paddle.