Lejos del marcado acento juvenil de varias colecciones de este NYFW los trabajos de Michael Kors y Oscar de la Renta fueron fieles a su público objetivo: una mujer más madura y elegante.
Kors, inspirado en la arquitectura, presentó una propuesta en donde las formas fueron las protagonistas absolutas. Hombros estructurados, asimetría y cortes estuvieron presentes en trajes y vestidos de cocktail que destacaban la silueta.
Oscar de la Renta, en tanto, confirmó su devoción por el lujo en una colección repleta de detalles sofisticados que hicieron de cada prenda una pequeña obra de arte. Como siempre, los vestidos de noche fueron de ensueño.