Mientras muchos ven las cárceles como un espacio perdido, un purgatorio en la tierra en donde delincuentes cuentan sus días, Thomas Jacob vio potencial de trabajo, rehabilitación y emprendimiento. Así nace uno de los proyectos de diseño de moda latinoamericano más interesante del último tiempo: Project Pietá, en donde reclusos de tres cárceles de Perú componen un equipo de producción con altos estándares de calidad, combinando vanguardia y sustentabilidad en prendas y calzados desarrollados bajo esta iniciativa. ¿Redención y diseño? Una mezcla poco usual, pero que definitivamente vale la pena conocer.
De origen francés y ligado a la industria del lujo en su país de origen, Thomas Jacob visitó la cárcel de Castro Castro en Lima al recibir la invitación de un compatriota que ahí ensañaba francés. La experiencia caló hondo en Jacob, quien vio una oportunidad para crear productos de calidad y dar herramientas a personas que querían superarse, desarrollar habilidades y generar un ingreso de dinero en el contexto carcelario.
“Quería mostrarle al mundo que en estas cárceles podíamos hacer un trabajo de alta calidad y esfuerzo, como en cualquier otro estudio de alta moda”, comenta el diseñador, quien bautizó este proyecto con el nombre de Pietá haciendo referencia a la clásica escultura de Miguel Ángel, la cual representa aceptar la voluntad divina sin lamentos. Sin embargo, y en este caso, más allá de aceptar una sentencia de prisión, el proyecto aboga por no rendirse frente a las circunstancias, convirtiéndose Pietá en “un último paso antes de la resurrección”, según Jacob.
Las colecciones de Project Pietá son totalmente producidas en los talleres de confección, tejido y trabajo en cuero de las tres penitenciarias con las que trabaja este proyecto —Santa Mónica de Chorrillos, San Pedro de Liringacho y San Jorge en Lima—, que además forman parte de las campañas publicitarias. Hasta la fecha la marca ha lanzado dos colecciones masculinas llamadas “I know I have lost” y la más reciente “Existing…then gone”, dentro de las cuales destacan colores fríos y oscuros en prendas de carácter casual y deportivo.
El proyecto permite a los presos pasar sus días trabajando, lo cual se traduce en diversos beneficios. Por una parte, cada participante recibe un porcentaje por la venta de su prenda confeccionada, lo cual se traduce en ingresos económicos que les permiten mayor independencia y mejores condiciones dentro de las cárceles (para comprar insumos de higiene, por ejemplo). Por otra parte, se potencia el desarrollo de nuevas habilidades, lo que conlleva a una rehabilitación más rápida y efectiva, aumentando su autoestima y seguridad. Y por último, reducir su sentencia, pues cada día de trabajo en Project Pietá significa un día menos de condena.
Las dos colecciones lanzadas hasta la fecha destacan por la alta calidad de su diseño y confección, así como por el carácter de edición limitada de éstas, en donde cada pieza es única y cuenta con una firma bordada a mano del recluso que la confeccionó. Además del evidente compromiso social de Project Pietá, cabe destacar la materialidad con que cada prenda es confeccionada, pues solo se utilizan materiales naturales, orgánicos y reciclados como cachemira, baby alpaca, algodón pima de Perú y seda.
Después de un arduo trabajo de capacitación y producción, Project Pietá ha logrado traspasar el mercado peruano para entrar a nivel global con prendas de alta calidad, con una sobria e interesante propuesta de diseño y con un valor social invaluable, en donde la sustentabilidad y rehabilitación por medio del trabajo causan un impacto positivo dentro y fuera de las paredes de esas cárceles.
Fotografías: oysermag.com – revistacodigo.com