Entrevista a Taly Waisberg, maquilladora chilena radicada en Nueva York

Entrevista a Taly Waisberg, maquilladora chilena radicada en Nueva York

Taly Waisberg es de esas maquilladoras que suenan constantemente en el circuito de maquilladores chilenos. Radicada en Nueva York desde agosto del 2012, Taly ha alcanzado logros que ni ella se hubiera imaginado. Partiendo su carrera en la ciudad que nunca duerme, en tan solo 7 meses pasó a tener la oportunidad de trabajar junto al mismísimo Karl Lagerfeld para una publicación de Harper’s Bazaar e incluso maquillar a Karlie Kloss para una editorial. Hoy está más motivada que nunca para seguir creciendo, siempre bajo su constante gusto por explorar y llevar el maquillaje a sus límites y sus estudios de la sabiduría Kabbalah, práctica antigua arraigada en la Torah, que rige su vida y le apasiona.

-¿Cómo llegaste a elegir Nueva York como tu lugar para radicarte?

-La verdad no tenía pensado venirme. Siempre me ha gustado mucho viajar; explorar y aprender de todo en otros países. Estudio hace ya 10 años Kabbalah una sabiduría espiritual proveniente de la Torah. Un día me vi mi carta astral y ahí apareció que había un potencial enorme para irme a otro país, que en otro lugar estaba lo mío. Yo nunca lo había pensado la verdad. Me gustaba New York desde siempre, pero pensaba: “¿Para qué me voy a ir? ¿Para estar compitiendo con miles de maquilladores buenísimos? ¿Para tratar de abrirme camino en un campo tan difícil, si acá estoy cómoda, con camino ya hecho, con trabajo, y toda mi familia al lado?”. Pero en esta proyección me salió que tenía que cambiar de locación, que mi vida y mi mundo se empezaba a abrir en otro lugar.

-…¿Y la decisión fue tomada ahí mismo?

-Sí. Yo soy bien así. Tomo las decisiones súper rápido sin pensarlo mucho ni darle muchas vueltas. Así que después de eso empecé los trámites de visa, que me tomaron 7 meses y me fui. De cierta manera siento que fui empujada por algo más grande que quizás, si no hubiera aparecido, no me hubiera dado el impulso.

-¿Ha sido lo que esperabas?

-Al principio pensaba “todo es posible”, a pesar de que nunca fue un plan de mi vida el radicarme acá. No es que ya haya logrado todo lo que quiero ni mucho menos, pero en un año he alcanzado muchísimo más de lo que hubiera imaginado. Llevo 2 años acá y partí desde abajo, con mis clientas o gente que conocía haciendo trabajitos por aquí y por allá. Y de a poco empezaron a aparecer las cosas.

-¿Cómo ha sido la experiencia de trabajar para revistas como Vogue, W y Harper’s Bazaar?

-Ha sido una experiencia increíble, aunque nunca pensé que pasaría tan rápido. A los 7 meses de estar acá empezaron a aparecer estas oportunidades, donde de la nada me encontraba en el set asistiendo en maquillaje a Peter Philips para unas fotos con Karl Lagerfeld. Ni yo lo podía creer.

-Tienes un largo camino junto a la fotógrafa Javiera Eyzaguirre. ¿Cómo surgió esa relación?

-Estuve trabajando un tiempo haciendo maquillaje para teleseries, y luego de haberme ido del canal me llamó Carmen Gloria Bresky para que la maquillara para un afiche de una obra, y estas fotos las tomaba Javiera Eyzaguirre. Desde ahí no nos separamos más. Ambas estábamos empezando nuestra carrera, investigando, probando y descubriendo qué es lo que cada una quería hacer por su carrera. Haciendo portafolio, explorando y en el fondo, siendo nuestras propias profesoras. Fue lo mejor que nos pudo pasar y en el momento preciso. No teníamos idea cómo iba a terminar creciendo todo.

-¿Crees que la diferencia a la hora de trabajar entre la industria chilena y la neoyorquina es muy distinta?

-Depende de para qué. Acá también tienes a la gente que no te quiere pagar, que trata de evadir o disminuir los pagos, o que te paga después de meses, versus las casas francesas como Chanel o Dior que son realmente de un nivel de profesionalismo increíble. Para cada peluquero y cada maquillador hay un trato excepcional y una valoración del trabajo que se agradece. Es una industria mucho más lujosa en el sentido material, pero la gente es la misma en todas partes. Hay de todo.

-¿Qué opinas de la actual industria del maquillaje en Chile?… considerando que, como decías en un principio, se comenzó a forjar no hace muchos años

-Creo que en términos latinoamericanos resaltamos por nuestro buen gusto. Los chilenos tenemos buen ojo y hemos empezado a aprender a sacarle partido. Si bien ahora hay un boom de la moda; el maquillaje, la peluquería y la estética siguen creciendo. Es un país que se proyecta bien en términos de moda. Podemos hacer y podemos crear. Hay gente muy talentosa en Chile que se está abriendo a Latinoamérica, armando equipos y progresando, lo que abre horizontes tanto para ellos como para otros que están recién empezando.

-¿Crees que hay algo que le falte a Chile para empezar a concretar eso?

-Más medios para exponer el trabajo que se hace. Más revistas, más publicaciones.

-¿Qué maquilladores nacionales e internacionales admiras?

-Pat McGrath –con quien sueño poder trabajar algún día– y Alex Box son súper creativas y empujan el maquillaje a sus límites. Y chilenos me gusta mucho el trabajo de María Paz y Bárbara Urra. Son esos referentes con los que me formé.

Imágenes: Taly Waisberg

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