10 momentos que unieron moda y tecnología

10 momentos que unieron moda y tecnología

Ya sea de manera directa, jugando con el futurismo prometido de computadores y autos voladores o a través de avances que implican directamente la aparición de nuevas materias primas, la y la tecnología se han entrelazado desde los inicios. Porque ya en los años ‘20 y ‘30 el cambio de silueta involucró nuevos avances que seguimos utilizando hoy en día, aunque ya formen parte de la costumbre. Aquí repasamos diez momentos que unen el futuro y la , a través de las pasarelas y en la ropa.

  • El cierre de Schiaparelli. Es difícil pensar en una era donde vestirse y desvestirse tomaba mucho más que diez minutos. Pequeños botones componían vestidos, botas y chaquetas, mientras la ropa interior se ataba apretando la silueta. Cuando se introdujo el primer cierre en 1890, Whitcomb L. Judson lo hizo para ayudar a un amigo que tenía problemas para atar sus zapatos. Luego, la patente conseguiría nuevas versiones hasta llegar a los años ‘30, cuando Elsa Schiaparelli decidió poner al cierre como centro de vestidos de Alta Costura. Decidió no solo incorporarlos para abrir y cerrar de manera rápida las prendas sino también como parte del diseño a través de colores y gran tamaño.
  • La introducción del nylon y el poliéster. Que hoy sea más fácil llevar ropa sin necesidad de plancharla o que esté lista para la lavadora es un avance directamente ligado a la tecnología científica de 1935 y 1941, cuando Wallace Carothers y un grupo de colegas, respectivamente, dieron vida al nylon y el poliéster. Aunque hoy forman parte de la contaminación textil y de la parte negativa de la moda, estas fibras plásticas permitieron en una época fabricar diversos elementos sobre todo en un ambiente austero de posguerra, mientras el poliéster sostuvo el estilo de la era disco con trajes y pantalones que hoy ya dieron paso a un enfoque mucho más noble y natural.
  • Helmut Lang y el primer desfile transmitido online. Cuando Internet comenzó a abrir las posibilidades futuristas de la música y la cultura a mediados de los ‘90, David Bowie estuvo allí lanzando el primer sitio web dedicado a un artista y su interacción con los fans, Woodstock ‘99 mostró en vivo las presentaciones y el austríaco Helmut Lang dio con otra manera de presentar un desfile. Para la semana de la moda neoyorquina F/W 1998, Lang envió invitaciones en forma de CD-Roms a los editores más importantes y reunió 81 looks en lo que sería el presagio más grande de la moda actual. Los desfiles en vivo por Instagram que vemos hoy le agradecen directamente el gesto al creativo, quien se retiró en 2005 de la moda.


  • Las maravillas LED y transformaciones de Hussein Chalayan. El año 2007 marcó lo que sería el inicio de la relación entre el chipriota Hussein Chalayan y la tecnología, una relación que nos entregó algunos de sus mejores momentos junto a la siempre presente reflexión social de sus colecciones. Fue en la colección F/W y en la S/S cuando Chalayan se atrevió a combinar vestidos con cambiantes luces LED que aparecían iluminando la sala y presagiando la simpleza del cambio de guardarropas en el futuro, mientras otros se movían transformando completamente su estructura, ante la mirada atónita de los presentes y el aplauso espontáneo de los mismos.


  • Los robots de McQueen. Si hablamos de un momento donde la tecnología ayudó a imponer la emoción en la moda, quizás el de Alexander McQueen y los robots sea el ejemplo perfecto. Nº13 es el nombre de la colección S/S 1998 del británico Lee, quien tenía una idea en mente que nadie de su equipo pensaba sería viable: incorporar robots grafiteros en plena escena, mientras una modelo sostenía el lienzo. Pese a las limitaciones de la época, Shalom Harlow se convirtió en la modelo-lienzo aportando dramatismo con su performance, mientras su cuerpo iba girando para recibir la pintura. Conclusión: la gente estalló en gritos y aplausos mientras McQueen lloraba en backstage, en lo que finalmente fue el momento donde se sintió más orgulloso en toda su carrera.


  • El clóset “mágico” de Cher en Clueless (1995). La ficción puede dar para mucho, incluyendo la manera en que la moda es retratada a nivel futurístico. Pero si hablamos de un momento que nadie puede olvidar es el de la protagonista de la película de culto Clueless escogiendo un traje: en la película de 1995, Alicia Silverstone aka Cher utiliza un software que le permite incorporar todo su clóset y combinar la ropa en su computadora antes de sacarla. ¿Acaso la herramienta más deseada de cualquiera? Claro, hoy existen múltiples apps y alternativas que nos permiten satisfacer este deseo pero sin querer, la película se adelantó a un futuro lleno de asesorías y Marie Kondos cuando la directora, Amy Heckerling, propuso este clóset “mágico”.

  • La tecnología exploratoria de Iris Van Herpen. Cuando mostró sus primeras colecciones, nadie imaginaba que la neerlandesa cambiaría para siempre la mirada de la moda actual, una que juega directamente con lo sustentable y la emoción. Iris Van Herpen estableció esta revolución textil y temática cuando decidió en 2009 incorporar la impresión 3D; poco a poco las formas que replicaban fenómenos naturales se apoderaron de la pasarela y lideraron una nueva era en la moda. Cada una de sus colecciones son producto de la investigación junto a biólogos, científicos, arquitectos; con ello, Iris transforma a la moda en una verdadera máquina multidisciplinaria.


  • Vestimos piña, cactus: El boom de los cueros veganos. Con las revoluciones textiles centradas en lo sustentable, volvimos a lo natural y casi de manera literal. En los años ‘90, Piñatex inició una revolución al proponer cuero hecho de fibras de desecho de las piñas, amparado en un proceso que ahora permite incorporarlo directamente en decoración, accesorios, zapatos y prendas de vestir. Con el diseñador chileno Guido Vera nos dimos cuenta que también podemos vestir de cuero de cactus, el cual se confecciona en México bajo una compañía llamada Desserto. Este cuero sobrevive más de 10 años y por supuesto, ambas alternativas son veganas y están libres de crueldad animal, el camino que toda marca debería haber tomado ya a estas alturas.


  • Drones vistiendo modelos en Issey Miyake. En septiembre de 2019 -antes de cualquier pandemia o problemática mundial-, Paris Fashion Week daba paso a la temporada S/S 2020 y uno de sus invitados regulares es la marca japonesa Issey Miyake. El director creativo, Satoshi Kondo, decidió lanzar una celebración de libertad, futuro y curiosamente, augurio de lo que veríamos en 2020: puso modelos patinando en skate y trajes que comenzaban a cerrarse hasta la cabeza, tapando completamente el cuerpo y el rostro. Pero uno de los detalles más recordados fue la incorporación de drones que ayudaban a vestir a los modelos. Cada dron se posaba encima de alguien y dejaba caer el vestido, en un momento que fue catalogado como una visión única por la prensa especializada.


  • Ropa que transmite lo que sentimos. Muchos se han mantenido como proyectos mientras otros se exponen como ideas; sin embargo, la unión entre moda y tecnología también da paso a la sensibilidad personal como expresión de la ropa. Sensoree muestra prendas que a través del cambio de luces LED dejan ver nuestros estados de ánimo; Abstract_ escanea tu rostro en su sitio web logrando conjugar algoritmos que nos dicen qué tipo de prenda quieres llevar y comprar en el momento; la diseñadora Iga Węglińska lanzó su emotional clothing, la cual también involucra luces e investigación científica. Cada vez proliferan más los momentos que unen lo que se viene con lo que usamos, pero esta vez estarán centrados en saber más sobre nosotros y los procesos personales que arrastramos en nuestras rutinas. 

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Andrea Martínez Maugard
Andrea Martínez Maugard
Periodista y Magister en Comunicaciones, Editora en Jefe de VisteLaCalle. Ex creadora de Martirio's Way, un blog que unía moda, música y cine y que ahora lo encuentras en Instagram como @martiriosway. La historia de la moda y críticas es lo que me mueve en VisteLaCalle.

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