Respecto de la revisión del punk, es un deber absoluto pronunciarse en relación a uno de los hitos máximos en el ámbito del vestuario: la extraordinaria Vivienne Isabel Swire, más conocida como Vivienne Westwood.
Nace en Derbyshire, un condado ubicado en la zona centro de Inglaterra en 1941, luego se traslada a la zona norte donde trabajará dando clases en una Escuela Primaria. Se casa con Derek Westwood, con quien tuvo a su hijo Ben. A continuación en búsqueda de una vida cultural e intelectual más intensa y enriquecedora, se traslada a Londres para estudiar artes en Harrow School of Art, donde acontecería la intersección que generará un hito en la Historia del Vestuario y del Punk: allí conoce a Malcolm McLaren, músico y productor británico quien fue manager de New York Dolls y Sex Pistols.
La fusión resultó un acorde armonioso en clave estruendo, Vivienne se separa y comienza una relación con McLaren que se tradujo en obra: ambos montaron una tienda llamada “Let it Rock” en King’s Road, calle exclusiva en Londres donde se encuentran importantes tiendas de alta costura, que proponía ser un espacio de intercambio de vestuario y música ¿Cuál era el aporte? ¿Qué fue lo nuevo? ¡Nada más ni nada menos que llevar el lenguaje del Punk al ámbito del diseño de vestuario! Y resultó todo un acierto, a tal punto, que es considerado uno de los espacios “cuna de la modernidad”.
La tienda cambiaba de forma cada cierto tiempo y en 1974, deciden modificar su nombre a “Sex”, pues en ese momento McLaren comienza a trabajar con Sex Pistols, quienes se conocen allí. Existe un mito respecto de este momento de la tienda, que se refiere a que los asistentes del lugar no solo se acercaban para revisar las últimas propuestas en diseño de vestuario y complementos de la pareja, sino también para observar la propuesta del outfit de la vendedora Pamela Rooke, quien aparece en la imagen superior.
Chaquetas de piel negra con aplicaciones y cadenas, imágenes de cuerpos desnudos y contenedoras de discursos satíricos respecto de la realeza como estampados en camisetas, fueron detonantes de que el discurso de esta particular boutique fuera catalogado de “escandaloso”; propio para este Londres cambiante empapado de rebeliones anárquicas. Westwood y McLaren entendieron y vieron aquello, dándole forma a través de la sumatoria arte + revestimiento humano. Y una buena forma.
En 1976 lanza la colección llamada “Esclavitud”, donde el discurso era justamente criticar la “pertenencia al sistema”, en el cual se observan elementos atingentes a las tipologías punk puras revisadas en el artículo anterior , que obviamente reciben el giro de la diseñadora. Esta propuesta tuvo una recepción notable por parte de los cientos de jóvenes, que comenzaban a adherirse a la ideología punk británica.
(Continúa la próxima semana)