Hace muuuuuchos años atrás vi por primera vez una película donde Angelina Jolie interpretaba a una modelo de actitud rebelde que rápidamente ascendía a lo más alto del modelaje y, debido a una profunda adicción a las drogas, terminaba perdiéndolo todo e, incluso, muriendo de Sida a sus prematuros 26 años. Luego, cuando descubrí que la trágica historia no era ficción sino la vida real de una modelo de fines de los 70, quise averiguar quién era la chica en cuestión y llegué a ella: la fantástica Gia Carangi.
En una corta carrera que comenzó en 1978 y que finalizaría definitivamente en sólo cuatro años, Gia tuvo al mundo de la moda a sus pies. Era, según Francesco Scavullo, de aquellas chicas que apenas ponían un pie en la habitación te hacían exclamar: ¡wow!. Y ese algo especial, esa mezcla de rudeza y fragilidad extrema, esa belleza única que rompía con los moldes establecidos hasta ese momento (además de no ser la típica rubia de ojos azules que dominaba la industria, medía sólo 1.70 mts.), ese espíritu rebelde y un talento innato para posar frente al lente – dicen que se movía como ninguna- la convirtieron en favorita no sólo de Scavullo, sino de Elgort, von Wangenheim y una larga lista.
Lo que vendría después sería el incremento de una adicción a la heroína que la llevaría a vivir en la calle y a morir de Sida en 1986, sin que ninguna figura del mundo de la moda supiera qué había pasado con ella. Claramente, la realidad supera a la ficción, pero como Gia es una de mis favoritas de todos los tiempos quise hacer este post para recordarla en su mejor época, tan bella como para dejarte sin aliento.
