Por Daniela Aicardi (@daniaicardi_)
Hay momentos y personas tan especiales que se cruzan por nuestras vidas, que nos gustaría poder recordarlas para siempre. Eso es lo que pensó Ignacia Contreras cuando fundó Pochi Lab (@pochilab), una tienda de joyas hechas con leche materna. Se trata de un proyecto que nació desde el amor que experimentó al ser mamá y las ganas de poder inmortalizar esa etapa. El atractivo de Pochi Lab es su carácter innovador. Además de hacer joyas con leche materna, Ignacia apostó por lanzar kits para que las propias mamás armaran sus joyas en la comodidad de sus casas. Hoy, dos años después, el negocio se ha expandido. Si bien el elemento principal es la leche materna, Ignacia también ha hecho trabajos con materiales como placenta, retazos de tela, dientes, cordones umbilicales y flores de ramos de novia. El objetivo es, independiente del material que se use, poder inmortalizar un momento especial en una joya que puedas llevar a todas partes.