Más allá de la icónica imagen de la cantante rompiendo una foto del Papa en plena actuación televisiva en vivo, el nombre de Sinéad O’Connor ya despertaba polémicas desde el inicio. Como un acto de protesta frente al estereotipo sensual en que la industria quería encasillarla, se afeitó el cabello y su nombre pasaría a la historia. Se atrevió a cuestionar la imagen obvia que la mujer debía tener para mantener la atención de una carrera y muchas tradiciones más, que por supuesto imperaban en una sociedad que aún conserva su machismo. Esto y más podemos ver a través del documental Nothing Compares (2022), dirigido por Kathryn Ferguson y estrenado el año pasado, uno que cuenta en palabras de la propia irlandesa el por qué de muchas de sus decisiones.
