“El diablo viste a la moda”, “El diablo viste de Prada” o “Devil Wears Prada”, ha logrado ser una de las cintas favoritas de fashionistas alrededor del mundo. Las aventuras narradas en el libro del mismo nombre de Lauren Weisberger, con la historia de Andy Sachs, una periodista trabajando de asistente de Miranda Priestly, la editora en jefe de la revista de moda más importante del mundo en la novela, lograron cautivar a muchos. Tal fue el nivel de éxito de la historia que ahora ha llegado su segunda parte. “La venganza viste de Prada” es el título de la novela que busca dar una nueva oportunidad a esta historia de amor y odio entre Andy, Miranda y la industria de la moda.
A comienzos del siglo XX, el vestido femenino se liberó completamente, y comenzó a destacarse por sus líneas rectas y simples. Sin embargo, la historia del vestuario ha dotado a la mujer en otro tipo de vestidos, mucho más opulentos y aparatosos que los sencillos pliegues que revolucionaron los años 20’s. El verdugado constituyó el elemento principal del vestuario femenino por prácticamente dos siglos completos, el XVI y el XVII. Su función primaria era ser un soporte para la parte inferior del vestido, haciendo que la falda se mantuviera firme y ancha alrededor de la cintura y las piernas de la mujer. Tradicionalmente, el verdugado estaba compuesto por una estructura tensa de caña común, mimbre, cuerda o hueso de ballena. Leer Más
La polera la compré en una tienda de Puente Alto, la chaqueta en la ropa americana y la intervine, las calzas las hice y las zapatillas son Converse. Escucho Sex Pistols, me gusta leer a Isabel Allende y uso un perfume de Hugo Boss.