Últimamente, las premiaciones, los shows de moda en diferentes lugares del mundo y los nombres del diseño en general, han carecido de entusiasmo, originalidad y se han desvivido por una estructura más comercial. Desde que los ’80 apostaban por sacar afuera todo el glamour cuando era necesario, hoy al parecer es la sencillez y la elegancia extrema lo que está en juego cuando se trata de asistir a la alfombra roja. En medio de este concepto, una de las premiaciones más sobrias en cuanto a moda se trata resultó ser la de los BAFTA 2012, premios de la Academia británica de cine y televisión, celebrados el domingo 12 de febrero. Los colores que predominaron en dicha instancia resultaron ser el negro y el blanco, dúo que apareció en más de alguna predicción de las pasarelas para este año.
