Hace unos días la multinacional Mango presentó una nueva línea para sus tiendas llamada Violeta. La línea consiste en un conjunto de diseños que irán de la talla 40 a la 52. Pero lo que parecía una estrategia de marketing y un intento por reinar en el target de las “tallas grandes” ha tenido un vuelco, desatando un escándalo que nadie venía venir que incluso ya tiene abierta una petición online con más de 37.000 firmas recolectadas para dar de baja la línea.
“Para Mango, la talla 40 es una talla grande. Este tipo de campañas solo ayudan a que las jóvenes se sientan aún más condicionadas para ser delgadas. Miles de chicas se van a sentir atacadas e insultadas al ser consideradas tallas grandes” señala la petición online a la que se suman duras críticas en las redes sociales. Se le acusa a la marca de hacer apología a la anorexia y la bulimia por definir las tallas 40 y 42 como tallas grandes, siendo que a nivel mundial las tallas más vendidas son la 38 y la 40.
Mientras la compañía está a la defensiva y no pretende dar declaraciones al respecto, solo han señalado que en ningún momento se señala la talla 40 como talla grande, y que por lo tanto no ven razones para dar pie atrás con lo que ellos consideran una increíble forma de derribar los paradigmas corporales actuales. Lo quiere Mango, según dicen sus portavoces, es ofrecer una colección de calidad para cualquier momento del día, dirigida a la mujer de hoy que desea sentirse atractiva, sexy y a la moda.
Más allá de si las prendas logran o no su objetivo, el problema radica en la forma en que se ha llevado a cabo la presentación de la linea, puesto que se ha mostrado como hecha para tallas grandes en vez de para mujeres con curvas, lo que ha encendido la polémica y la crítica de cientos de personas alrededor del mundo.
